La subdelegada del Gobierno en la provincia de Ciudad Real, María Ángeles Herreros, ha indicado hoy que actualmente más de 50 guardias civiles están realizando labores de vigilancia y control en la localidad manchega de Bolaños de Calatrava, municipio que lleva más de tres semanas confinado como medida de prevención ante la propagación de la Covid-19.
Herreros ha señalado que en estos momentos en Bolaños de Calatrava “tenemos tres turnos de 18 guardias civiles cada uno, permanentemente y durante las 24 horas del día, realizando labores de control y de vigilancia” a lo que ha añadido que fruto de esta vigilancia los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad “han cursado también sanciones y denuncias por incumplimiento de las normas sanitarias y de las normas reflejadas en la resolución de Sanidad”.
A preguntas de los periodistas la subdelegada ha indicado como el dispositivo de la Guardia Civil en Bolaños de Calatrava “lo hemos ido ampliando a lo largo de las tres semanas que lleva confinada la localidad, porque hemos visto que se necesitaba un refuerzo de la seguridad y de la vigilancia puesto que había personas del municipio que no estaban cumpliendo la norma de no poder salir del pueblo, excepto en aquellos casos en los que había una necesidad reflejada en la resolución de Sanidad”.
Por su parte el presidente de la Diputación provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha indicado que “no debería ser necesario que tenga que haber 50 guardias civiles dedicados a llamar la atención a la responsabilidad individual de los vecinos y vecinas de Bolaños de Calatrava”.
Desde su punto de vista “esta reflexión deberíamos hacerla todos porque estos guardias civiles tienen que estar para otras cosas y no para que nos vigilemos a nosotros mismos de no infectarnos o de poder infectar a otros”.
Respecto a la situación que atraviesa Ciudad Real con motivo de la Covid-19, Caballero la ha calificado de “delicada”, pues “nuestra provincia tiene una situación compleja y hay algunas poblaciones donde la pandemia se encuentra en el límite”. Por este motivo considera que “tenemos que asumirlo con mucha responsabilidad y seriedad. Y el hecho de que no estemos confinados bajo un estado de alarma que nos obligue a permanecer las 24 horas del día en nuestra casa no significa que podamos tener una actitud de normalidad, porque, ciertamente, en estos momentos no hay normalidad, pues lamentablemente todos los días siguen produciéndose un gran número de contagios y demasiadas muertes”.