Rafael Gosálvez, miembro del patronato del parque nacional de las Tablas de Daimiel y profesor de Geografía Física de la UCLM, ha asegurado este sábado que este parque nacional ha pasado de ser un espacio natural a ser un embalse conformado por cuatro presas.
Coincidido con la celebración de una marcha reivindicativa para pedir la ampliación del parque nacional coincidiendo con la conmemoración del 50 aniversario de la declaración del parque nacional, Gosálvez, que ha participado en la marcha, ha comentado que este aniversario debe servir para sensibilizar a la sociedad sobre la “agonía” que vive este espacio.
“En estos años, el parque ha pasado de ser un espacio natural donde se conectaban las aguas superficiales de los ríos Gigüela y Guadiana con las subterráneas del gran Acuífero 23, a un lugar completamente distintos, donde la desconexión de los recursos hídricos es alarmante”.
La situación, ha reconocido es patrono del parque, es que “hoy estamos ante un parque en emergencia climática y ambiental, que únicamente es el resultado de cuatro presas, en el que se introduce agua de maneras artificial a través de pozos de recarga o a través de trasvases”.
“El gran embalse de Puente Navvarro”
“El parque nacional de Las Tablas de Daimiel en realidad es el gran embalse de Puente Navarro, lo que supone que un espacio natural como éste ha pasado a tener los problemas de gestión que tienen los grandes embalses”, ha asegurado.
Entre estos problemas, ha dicho, “nos encontramos con problemas por colmatación de sedimentos, problemas de introducción de especies alóctonas de peces o plantas como el carrizo y el taray, a los que se suma también problemas de eutrofización”.
Para el representante de las ONG’s regionales en el patronato de Las Tablas de Daimiel, “el parque es hoy en día el fondo de saco donde también se acumulan toda la contaminación de las aguas regadas en la cuenca alta del río Guadiana”.
Ante esta situación, ha comentado, lo que se reivindica “es una cambio en la gestión de este espacio a dos escalas, regional y local”, ha dicho.
“A escala regional esta gestión tiene que pasar por la reducción drástica del regadío, incluso pensar en la opción cero, teniendo en cuenta el ámbito en el que nos encontramos de cambio climático, con un escenario nada a halagüeño y en el que las reducción de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas va a ser la norma”.
A escala local, ha señalado, se ha de producir “un cambio drástico en la gestión, que tiene que pasar por la eliminación de todas las presas con las que cuenta el parque, y un cambio en la gestión del mismo que pase de un enfoque ingenieril a un enfoque basado en el conocimiento científico y en la ecología de humedales.