La Delegación en Ciudad Real del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias quiere expresar su apoyo explícito al sector apícola de las islas respaldando la iniciativa legislativa para un etiquetado claro de la miel, como medida para salvaguardar la calidad del producto y reforzar la confianza del consumidor.
“Los ingenieros agrónomos somos conscientes de la importancia de mantener y apoyar un sector apícola fuerte en nuestro país y la necesidad de que los consumidores dispongan de una información veraz e inequívoca de la miel que adquieren en el mercado”, afirma María Cruz Díaz, decana del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias, en la petición que ha enviado al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación y que apoya la Delegación.
Para Díaz, es fundamental tener un etiquetado claro del producto en el que figure el nombre del país o de los países de procedencia, así como el porcentaje de cada miel según su origen en el caso de las mezclas, y disponer de información sobre si se trata de miel natural o pasteurizada.
Apicultura, segmento esencial de la actividad económica
“El papel esencial que las abejas representan para la agricultura y el sostenimiento del medio ambiente, junto con el preocupante descenso de su población, requiere de un apoyo decidido al apicultor, principal agente comprometido con la subsistencia y protección de la especie, y también al resto de integrantes del sector como son los envasadores y los comerciantes de sus productos, fundamentalmente de la miel, que constituyen un segmento esencial de la actividad económica en tanto que responsables de su presentación y puesta en el mercado o comercialización”, afirma la Decana del Colegio de Agrónomos de Centro y Canarias.
Para el Colegio, debe prestarse apoyo no solo por parte de las administraciones sino también por parte de los consumidores, como demandantes de productos de calidad, y de los profesionales comprometidos con la actividad productiva de las explotaciones apícolas, como los ingenieros agrónomos, por su vinculación y responsabilidad en el ámbito de la producción animal, en la gestión medioambiental y en otros cometidos propios de la ingeniería que contribuyen a optimizar las producciones ganaderas.