Ignacio Pérez Limón, uno de los históricos trabajadores del diario Lanza, ahora www.lanzadigital.com, más conocido como ‘El abuelito’, murió el pasado domingo por una infección en una pierna tras una operación de cadera.
De 79 años de edad, Pérez Limón estaba jubilado desde 2002, aunque mantenía una cercana relación con algunos miembros de la actual plantilla, y seguía la actualidad provincial, regional y nacional a través de la plataforma digital del veterano rotativo, donde trabajó medio siglo.
Fue a principios de julio de 1952, a punto de cumplir los 12 años (nació el 24 de agosto de 1940), cuando ‘El abuelito’ ingresó como botones en el diario fundado nueve años antes, en 1943, entonces dirigido por José Gutiérrez Ortega, y con Carlos María San Martín (Kasama) como subdirector.
Inicios
De sus inicios recordaba el entusiasmo juvenil con que realizaba sus primeras tareas, a la hora de hacer recados, además de recoger, cortar y pegar los teletipos de secciones como nacional, internacional, o los deportes. Este ámbito representó una de las principales aficiones de su vida, que practicó durante años en el equipo de fútbol sala que creó el propio diario desde los años 70 y que ofreció muchos trofeos (la actual redacción está llena de ellos) y satisfacciones.
Pérez Limón tenía gran memoria y evocación, y recordaba a los miembros de las nuevas generaciones de periodistas que iban llegando a la plantilla, o a quienes le entrevistaron en los diferentes aniversarios del medio, los eventuales inicios del vespertino diario (Lanza estuvo saliendo por la tarde durante 22 años) en la imprenta de la Editorial Calatrava (ubicada en esta misma calle), donde se tiraba el periódico de ocho páginas en formato tabloide.
De aquella época, siempre se acordaba con nostalgia de las primitivas máquinas planas, Renania y Europa, a la que una rotoplana dio paso para dotar al diario de rapidez en la multiplicación de ejemplares, para la celebración de sus operarios, entre los que se encontraba el propio ‘Abuelito’.
En una semblanza suya firmada por Manuel Valero, Pérez Limón rememoraba algunos nombres de la cuadrilla que acudía a embuchar el periódico, como Lorenzo Selas, que fue alcalde de la capital, o el Pandorgo Antonio Cárdenas.
Todavía muy joven, el extrabajador recién fallecido pasó a ser uno de los encargados de la limpieza y puesta a punto de la rotoplana en la sede nueva del diario, en la calle Libertad, así como tras varias visicitudes del personal llegó a ser ajustador de la linotipia.
Vivió los principales hitos del periódico, como el cambio a diario de la mañana del entonces único periódico ciudarrealeño, el 1de diciembre de 1965. Dio tal cual porque “echábamos muchas horas de trabajo y lo hacíamos con agrado porque nos gustaba”, dijo Limón a Aurora Galisteo en otra entrevista para conmemorar el 70 aniversario, en 2013.
También recordaba el día que el periódico se trasladó a su ubicación actual, en la Ronda del Carmen, porque “la casa donde estábamos en la calle Libertad se hundía”. Tristemente fue el día que se murió su madre.
Aquí, tras abandonar el sistema de impresión en plomo e incorporar el offset en 1987, era el encargado de montar los fotolitos de las páginas en los astralones (acetatos) antes de bajarlos a la rotativa que se compró “de segunda mano en Sevilla” en las nuevas instalaciones.
También archivaba en carpetas las fotos en papel y en blanco y negro, por secciones o por el nombre de los personajes, por lo que valoraba con entusiasmo “la joya que tiene la provincia” con la hemeroteca y los archivos del periódico.
Uno de los avances que ‘El abuelito’ vivió con más admiración fue la llegada de los primeros ordenadores a finales de los 80 y, posteriormente la impresión en color (hasta ese momento se imprimía solo en blanco y negro), hasta la llegada de la primera edición web en 2001, el año antes de su jubilación. Ya no conoció como trabajador la plataforma digital, con fotos digitales, que fue tomando forma hasta que mayo del 2017, cuando Lanza dejó de ser un medio impreso diario para convertirse en un digital, con un semanario gratuito los viernes.
Limón tenía palabras cariñosas para Jesús María Zuloaga (el director que sucedió a Kasama en 1982), “con el que nos íbamos de cañas”. O también evocaba cuando cocinaron unas gachas en el patio de la calle Libertad con Franco moribundo. “Se presentaron las autoridades locales para ver si sabíamos algo y nos pillaron de fiesta”, señaló. O cuando hubo un terremoto y en plena labor se asustó tanto que paró la máquina, y se tiró sobre la carbonera. O cuando el diario se hizo eco de la tragedia provocada por la explosión del tanque de Campsa en la estación de tren.
Trayectoria sindical
Pérz Limón tuvo también una trayectoria sindical como delegado del sector de la Prensa en Ciudad Real, como atestiguan noticias del propio periódico. En 1973 fue nombrado vocal en representación de los trabajadores de la Junta Provincial de Formación Profesional Industrial, con Francisco Fernández Romero, en representación de les empresarios, y Enrique Selas Casado, por los técnicos.
Igualmente, ‘El abuelito’ fue proclamado compromisario del área sindical de prensa radio y publicidad para las elecciones de diputados provinciales, informaba el periódico el 5 de marzo de 1974. Así mismo, en la relación de presidentes y vicepresidentes de las uniones provinciales de trabajadores y técnicos, Pérez Limón fue reelegido a finales de 1975 en la del sector Información, con Antonio Golderos como vicepresidente.
Amante del fútbol
Como amante del fútbol -era seguidor del Betis- ofreció testimonio en las crónicas del diario, como 66tras un partido del Manchego contra el Rayo Vallecano en 1974, que ganó el club ciudarrealeño y que entre otras opiniones de técnicos y profesionales, indicó que “me ha gustado a ráfagas, en unos momentos ha estado brillante y en otros apático”.
El 18 de diciembre de 1979, el periódico publicó una carta firmada por Pérez Limón, como delegado del Club Diario Lanza, titulada ‘Que no ocurra otra vez’. Se quejaba de la suspensión del partido de fútbol sala previsto el día anterior dentro del I trofeo La Casera entre el equipo del diario y Construcciones Navas, ante la incomparecencia del árbitro titular y la falta de previsión para mandar a un sustituto.
Curiosa fue su reacción en septiembre de 1984, cuando tenía 44 años y se presentaba como ajustador de Artes Gráficas, a la huelga de futbolistas que se planteó a nivel nacional. “Lo que no se puede tolerar es que señores que están cobrando más que el presidente del Gobierno vayan a la huelga. … Después de cobrar estas cifras tan astronómicas es inconcebible que vayan a la huelga. Me parece injusta porque si no ¿qué teníamos que haber hecho los aficionados cuando la selección española hizo el ridículo en los mundiales? ¿Hacer también una huelga?”, escribió
En 2002 se jubiló, con 62 años y 50 “de servicio”, como le gustaba decir. En la tradicional comida de Navidad de ese año, Pérez Limón recibió de manos del entonces presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, una placa de reconocimiento por su labor desempeñada en el departamento de Preimpresión. También le regalaron un reloj.
Personal
En lo personal, Pérez Limón se casó con Josefina en 1967 y tenía tres hijos: Pilar, Monserrat e Ignacio. Según Pilar Pérez “estamos destrozados”, tanto por la pérdida, como por las restricciones impuestas para despedirlo como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
“Era un gran padre y una gran persona”, ha destacado su hija, visiblemente afectada.