El Obispado de Ciudad Real extenderá la labor de los grupos de laicos de la provincia en los núcleos de la Diócesis de Ciudad Real más despoblados y en pueblos con parroquias que comparten el mismo sacerdote, con el fin de mejorar el servicio religioso a los feligreses de esas comarcas.
Se trata de complementar la labor de los curas y reforzar la fe en las comunidades católicas, según señala a lanzadigital.com Miguel Ángel Jiménez, responsable de comunicación de la Diócesis ciudarrealeña, al ser preguntado por la posibilidad de implantar el Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia (SARCU) como ha sido puesto en marcha en comunidades como Madrid.
“Por nuestra realidad no es necesario en la provincia, ya que no hemos llegado al punto de que la gente no sepa donde acudir, porque el sacerdote está siempre localizado”, explica Jiménez, que valora la contribución del apostolado seglar, que el obispo Gerardo Melgar pretende impulsar.
“El obispo anima a los laicos a que colaboren en los sitios donde no pueda llegar el sacerdote y tengan responsabilidad en las comunidades”, sostiene el también director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia.
Un ejemplo de este servicio es el grupo Reina de los Ángeles, compuesto por laicos de las aldeas de Porzuna y Malagón, donde, entre otras actividades, dan catequesis y desarrollan celebraciones de la palabra, en las que se leen pasajes del Evangelio y se distribuye la comunión.
El objetivo es que se amplíe y que los laicos se impliquen “en el acompañamiento del ritmo de fe de una comunidad”, de una manera “responsable y corresponsable”.
Nuevo delegado
Precisamente, hace solo 10 diez días que el daimieleño Juan Manuel García de la Camacha fue designado como nuevo delegado de Apostolado Seglar en el XI Encuentro del Laicado celebrado el 3 de junio en el Seminario de Ciudad Real, a cuya apertura asistió el propio Melgar.
Aseguró a lanzadigital.com que la formación y la espiritualidad son los dos grandes retos por los que trabajará.