La saga de los Triguero Expósito y sus descendientes viene siendo la protagonista de la vida política de Pozuelo de Calatrava durante 37 años. No es la única familia que la provincia de Ciudad Real que ha tenido más de un miembro participando en política, a veces en partidos diferentes.
Ahí están, solo por poner tres ejemplos, las hermanas Quintanilla: Carmen, diputada del PP en el Congreso durante 20 años, senadora, antes diputada regional, y su hermana Isabel, del PSOE, que también fue diputada regional y en la actualidad es concejala en Manzanares.
También los hermanos Fuentes, de Campo de Criptana: Joaquín, el primero, alcalde en su momento, y su hermano Juan José -ambos del PSOE-, también concejal en esa localidad y delegado de Industria de la Junta. Y, para finalizar, Santiago y Antonio Lucas-Torres, ambos del PP, alcaldes sucesivos también de Campo de Criptana.
La familia Triguero Expósito es amplia. La abuela Emérita parió 13 hijos, que, a vez, han traído al mundo a más de 50 descendientes, primos hermanos que conforman un amplio grupo humano y social en el pueblo.
La familia, con una extracción social agraria, podría ser representativa de la España rural de los años 60-70 del siglo pasado, que se vio removida por la llegada de la democracia a España con la incorporación a diferentes partidos de dos de sus hijos: Domingo, el noveno de los vástagos, y Félix, que ocupó el puesto número 11 entre los hijos.
Pozuelo de Calatrava, camino de los 4.000 habitantes en la actualidad, beneficiado, como otros pueblos del entorno de Ciudad Real, por los altos precios de la vivienda que se alcanzaron en la capital, tiene un componente social conservador, de centro derecha, según reconocen la mayoría de los protagonistas entrevistados para este reportaje.
Domingo, hoy con 74 años, retirado de la actividad política, reconoce que, en aquel momento “yo era un ciclón”. Agricultor, se había iniciado en el mundo asociativo agrario a través de las asociaciones de remolacheros, que llegó a presidir, posteriormente, a nivel nacional.
Cortes de carreteras, encierros, acciones llamativas eran su carta de presentación y los “partidos, que andaban a la búsqueda de candidatos se fijaban en nosotros”. Acabó siendo uno de los fundadores del PP en Ciudad Real: “De los 800 afiliados que había entonces, 500 los había traído yo, no había candidatura en la que yo no estuviera que pudiera ganar un congreso”, señala ufano.
Y es cierto, durante más de dos décadas, Domingo fue un baluarte del PP a nivel provincial y regional, de esos afiliados que se conocen las entrañas de los partidos y que llegan a ser imprescindibles o de los que es mejor no prescindir.
Otra vida
En la misma época, Félix, el hermano número 11, hoy con 71 años. Está recogido en la literatura española que narra la época franquista. En familias tan numerosas y con la necesidad de trabajar mucho para lograr recursos necesarios, a veces, la familia decidían hacer un esfuerzo con uno de los hijos.
Félix sufrió una polio, una enfermedad que marcó a muchos menores durante una época, de muy pequeño, y la familia decidió echar el resto con él, según explica su hijo, David, hoy vicepresidente de la Diputación de Ciudad Real.
A través de becas y ayudas del Ministerio de Educación, estudió el bachillerato en Madrid y la carrera de Magisterio en Ciudad Real, una de las pocas que se podía hacer en la capital en la época, en el histórico Doncel.
Félix reconoce que eso marcó su inclinación a la izquierda, concretamente al PSOE, aunque el origen tiene otra razón. Explica que en Madrid, durante el bachillerato, aparte de hacerles madrugar, “cosa que me ha servido para toda la vida, no todo va a ser malo”, dice, cada día les hacían cumplir con la parafernalia de las oraciones, los salmos en favor de Franco o del Obispo de Madrid.
“Aquello no me gustaba –cuenta- y tomé la decisión de que de mayor lucharía contra todo eso y que nunca me afiliaría a un partido de derechas”.
Luego, en Puertollano, se empezó a reunir con Ramón Fernández Espinosa, el primer alcalde socialista de la localidad, ya fallecido, y con Casimiro Sánchez Calderón, que también fue alcalde. De vuelta en Pozuelo, la primera decisión fue crear la Agrupación Local del PSOE.
Como maestro, su primer destino fue Yeste, en Albacete, donde estuvo diez años, donde llegó a ser secretario local del PSOE y candidato designado a la Alcaldía, en “un pueblo en el que era seguro que ganaba el PSOE”, indica.
De por medio, se cruzó la vida y la profesión y encontró un puesto de maestro cerca de Pozuelo de Calatrava, regresando a su localidad natal.
Lucha de hermanos por la Alcaldía
Era prácticamente 1995 y las elecciones municipales de ese año estaban al caer. Cambió la candidatura de Yeste por la candidatura de Pozuelo, donde su hermano Domingo era ya alcalde desde 2003 y tenían consolidado un fuerte poder a nivel local, que era refrendado por su influencia a nivel provincial y regional.
Reconocen los entrevistados que ahí hubo un primer choque con la familia. Una familia conservadora, de derechas, no acababa de tender que se presentará a pelear la Alcaldía a un hermano suyo que llevaba siendo alcalde ya 12 años.
Como reconocen los representantes de la generación posterior, aquellos momentos fueron los de más tensión familiar, donde política y relaciones personales se mezclaban. También como recoge la literatura y la propia vida, en familias tan grandes siempre hay cuestiones de familia que van horadando también el trato.
La siguiente generación
Aquella confrontación entre hermanos se saldó con un triunfo claro de Domingo, 7 concejales del PP frente a 4 del PSOE. Algunos de los entrevistados consideran que, en aquella lid, la familia Triguero, en su mayoría, apostó por Domingo.
David, 37 años, hijo de Félix, concejal de Pozuelo, vicepresidente de la Diputación y miembro de la Ejecutiva Provincial del PSOE, señala que hubo que esperar a la siguiente generación para poder arrebatarle a su tío domingo la Alcaldía: fue 12 años después de que lo intentara su padre, en 2007.
En esta ocasión, la lista socialista estuvo encabezada por una persona ajena a la familia Triguero, Julián Muñoz, que incorporaba a la lista a los “hijos” de los que lo habían intentado más de una década antes, entre ellos, el propio David Triguero, entonces con 24 años, que había vivido desde la cuna las ideas socialistas en casa y que se afilió con apenas 14-15 años a Juventudes Socialistas, de la que llegó a ser secretario provincial.
Félix también destaca esta circunstancia de que tuviera que ser una generación diferente la que consiguiera arrebatar la Alcaldía al PP en la localidad.
Esta victoria socialista se prolongó durante dos mandatos. La última etapa de esta historia familia la está escribiendo Julián Triguero, hijo de Julián, otro de los hermanos de la familia, fallecido hace años.
El actual alcalde, que revalidó su cargo hace un año, también se apunta a lo del cambio generacional en la familia. Funcionario de la Junta, no relaciona su entrada en el PP con su tío Domingo –una hija de Domingo, María del Carmen, fue concejal y diputada provincial durante una legislatura y pudo ser su heredera política-, si no con su prima, por parte de madre, Azucena Hervás Calle, presidenta local del PP.
Aunque ya estuvo en NNGG, se remonta a 2014, cuando Azucena aspiraba a dirigir el partido en el pueblo y esta le llama para que fuera secretario local. Entonces estaba en Toledo como jefe de servicio de Protección Civil en la etapa de Cospedal como presidenta.
Un año después, le pasan a Ciudad Real como jefe de servicio de Industria y Energía y es cuando decide dar el paso de meterse más de lleno en política y ser candidato a la Alcaldía.
Reconoce que la relación con su primo David -Julián es también diputado provincial- es de “normalidad”, aunque las diferencias políticas siguen existiendo y cuando hay que exponerlas se exponen.
Eso no cambia ni en el Pleno de Pozuelo, donde él es alcalde y David está en la oposición, ni en la Diputación, donde Julián es oposición y David gobierno.
Las cosas no son como fueron en el momento de más tensión entre la familia, también reconoce David, que incide, así mismo, en que la relación con su primo entra dentro de la normalidad, aunque, a veces, “en campaña, se puedan decir una cosa más alta que otra”.
Café casi a diario
Señalan los entrevistados que en los tiempos más difíciles, en las reuniones en familia había que marcar algunas reglas de comportamiento. “No era cuestión de forzar la situación entre la familia”, explica Domingo.
“Si en toda familia –indica David- siempre puede haber algún roce por cualquier circunstancia, imagina en una tan amplia como la nuestra”.
Como signo de la revolución de los tiempos dentro de la familia todos destacan un hecho que se da casi a diario. Domingo y Félix se juntan casi todos los días a tomar un café en el bar de otro de los hermanos, Pablo, donde charlan tranquilamente.
“Allí tenemos nuestras tertulias sobre cualquier tema y si se mete algún tema político, lo dejamos al margen, aunque cada uno sigue teniendo sus ideas”, resume Félix.