J. Yébenes
Ciudad Real
Donde sí ha sido pionera Mariana Fuentes ha sido en registrarse como ‘joven agricultora’ para poder acogerse a la orden de ayudas directas por su reciente incorporación como cotitular de una explotación.
Ligado a la solicitud de alta como agricultora en el registro de cotitularidad ha podido acogerse a los requisitos de la convocatoria que contempla subvenciones de 30.000 euros para financiar gastos de modernización de sus instalaciones.
“La única solicitud fue la mía y casi por los pelos porque tengo 39 años (no hay que rebasar los 40)”, resalta, como así lo consigna su tarjeta del nif.
“Mi objetivo era darme de alta”, reitera, una oportunidad que no tuvieron su abuela y su madre. “He conocido tres generaciones de mujeres de mi familia que han trabajado toda su vida en el campo y nunca han tenido recompensa económica por ello”, relata.
Por eso, esta optimista agricultora tuvo claro desde muy joven que había que prepararse realizando estudios universitarios, “como hay muchos jóvenes agricultores en mi pueblo”, pero con la vocación “de seguir perteneciendo a una Unidad Familiar Agraria”.
Asimismo, considera que las administraciones tiene que “incentivar e impulsar” la incorporación de jóvenes a la agricultura, el sector primario necesario para todos.
“Quienes realmente se dedican a la agricultura y les gusta viven de ello”, señala, a la vez que considera que los gobiernos tienen que ser “cómplices” con los productores, a través de ayudas para que sus explotaciones agrarias sean viables y para contribuir a una mayor eficacia productiva y al incremento de la competitividad.