Había ganas de Camela en Puertollano, uno de esos grupos que sienta cátedra y saben a nostalgia y que pasen los años que pasen, no defraudan sobre el escenario. De hecho, no es casualidad que los madrileños sean uno de los dúos que más conciertos cierran a lo largo de una gira, porque la conexión con sus fieles les permite seguir llenando los lugares que visitan.
Eso mismo ha sucedido esta noche en el coso polivalente de la ciudad minera, donde más de 3.000 personas han coreado una a una las canciones de su repertorio que ha tocado techo cuando Ángeles ha interpretado “Cuando zarpa el amor” en una versión acústica, que el público ha recibido con los brazos abiertos.
Porque canciones como ésta, aunque no sean tu grupo de cabecera, acompañan las mejores noches de karaoke o de coche circulando por la ciudad con la ventanilla bajada, porque cantar hasta quedar afónico siempre es terapia para llenarte de vida.
¿Quién no ha cantado alguna vez estos versos?
estoy muerto en vida si no estás aquí.
dime que me quieres, dímelo…
Porque yo no me niego a olvidarte,
es este corazón que no quiere hacerme caso.
Antes que ellos, han sido Camelarte, un trío puertollanero (Irene Castellanos, Helena Bueno y Andrea Portero), las encargadas de echar el telón abajo, demostrando que la esencia del arte minero, hay un tipo como el concejal de Festejos, Jesús Caballero, que ha sabido mimarlo en fechas imborrables como ésta.