Acudir a la Plaza del Ayuntamiento de Puertollano en el sábado de carnaval por la mañana ya se va instaurando poco a poco en la ciudad, si bien todavía falta mucha animación de disfraces y de carnaval para esta cita festiva.
Cerveza para todas las personas que iban disfrazadas y las canciones ácidas y críticas de las murgas puertollanenses centran la atención en la mañana del sábado de carnaval.
Las actuaciones las protagonizaron los dos Centro de Mayores, el I ataviados con “vamos a la playa” y vestidas de bañitas y el II con “al sol de Valencia” vestidas de falleras. Sin embargo, la única murga con tradición carnavalera que este año ha sobrevivido al carnaval de Puertollano ha sido Vaya Trola, quienes animaban con sus cuplés y con sus críticas, fundamentalmente a la alcaldesa de Puertollano.
Juan Vergel, desde Vaya Trola, explicaba que en este año el tipo elegido pasaba por “mujeres trabajadoras, pero a la vez amas de casa pero después de trabajar hay que hacer todo lo correspondiente al hogar, una cosa bastante común”. En esta ocasión Vaya Trola cuenta con trece componentes que cantaban su repertorio en el Bomba este sábado y por la tarde estarán en el pregón del carnaval de Valdepeñas, además serán los teloneros de la comparsa gaditana Los Luceros este martes, visitarán Fraternidad, Argamasilla de Calatrava, Almodóvar del Campo y otras localidades de la comarca.
En las historias que cantan desde Vaya Trola es la historia de un matrimonio en la que ella después de trabajar también tiene que hacer las cosas de la casa porque él ha recibido una educación que ni contempla ayudar en casa, “es tratar de sacarle punta a eso”, justificaba Vergel. Desde Vaya Trola lamentaba que la antigua mascarona Magdalena no estuviera disfrazada este sábado, al igual que otro fiel del carnaval, Balbi, “gente que lleva cuarenta años en el carnaval que este año no se ha disfrazado, es un síntoma inequívoco de que esto se va al carajo”.
Vaya Trola lleva detrás un arduo trabajo, desde el día 18 de septiembre ensayando para el carnaval, “te tiene que gustar mucho porque esto quema mucho”, lamentaban, “somos unos locos de esto”.