Entrañable, sencillo y caluroso acto el celebrado ayer, en el salón de plenos del ayuntamiento de Ciudad Real, para rendir homenaje a dos ciudadanos de encomiable ética y moralidad, que suponen un ejemplo para todos los ciudadrealeños, en unos días donde la ciudad se engalana para celebrar sus Feria de Agosto.
El sacerdote Antonio Lizcano y el veterano periodista Emilio Arjona recibieron la estatuilla del Quijote que los acredita desde hoy y para siempre, como Ciudadanos Ejemplares de la ciudad. “Una ciudad que en días como el de hoy y con actos como éste se hace más ciudad y que se siente orgullosa de tener dos ilustres ciudadanos de ejemplares trayectorias y encomiable ética entre nosotros”, refería en sus palabras la alcaldesa de la ciudad, Rosa Romero.
Dos nombramientos a los que ayer se sumó un reconocimiento más, el de la entrega de una placa a Alberto Aranda Trujillo, como digno nominado a dicha distinción, propuesto por la Asociación Regional de Amigos del Parkison.
Un emocionado Alberto Aranda que fue el primero en subir al estrado a recoger tal distinción y que al ponerse frente al micrófono, con la voz entrecortada, solo le salieron palabras para dar las gracias a la Asociación por su nombramiento e invitar a todas las personas que padezcan esta enfermedad a que se pongan en contacto con la Asociación.
Pistoletazo de salida
El nombramiento del Ciudadano Ejemplar 2011 es el pistoletazo de salida a la Feria de Agosto de la capital y supone el reconocimiento a dos ilustres ciudadanos reconocidos por los servicios prestados a la comunidad durante toda una vida.
Un reconocimiento a la labor altruista de entrega a los demás y un ejemplo para toda Ciudad Real.
Un vibrante acto que año tras año reúne a cientos de ciudadrealeños, amigos de los homenajeados, familiares, vecinos de Ciudad Real, reconocidos en años anteriores, el pandorgo, la Dulcinea y sus damas, representantes políticos y, en el día de ayer, también congregó a buen número de representantes religiosos que abarrotaron un salón de plenos que se quedó pequeño para arropar a estos ciudadanos con una trayectoria ejemplar y, que han desarrollado pasionalmente su profesión durante toda una vida en el seno de una ciudad a la que aman por encima de todas las cosas.
40 años de papel y pluma
“Me declaro humildemente no merecedor de este nombramiento”. Con estas palabras comenzaba su discurso uno de los más veteranos periodistas de Ciudad Real, en aquellos años 50, cuando sintió la llamada del “periodismo canalla”, Emilio Arjona, un hombre vitalista, agitador cultural, inquieto y apasionado con una profesión con la que se ha sentido inmensamente feliz y a la que ha dedicado toda una vida.
Emilio Arjona nació en una pequeña aldea de la provincia, entre la Estación de Veredas y Brazatortas, hace casi 85 años.
La pasión y entrega de este hombre menudo pero concienciado con su trabajo, soñador de historias y viajes que más pronto que tarde comenzó a narrar en las páginas del diario Lanza, donde primero fue contratado como redactor meritorio y más tarde comenzará con las secciones deportivas y culturales, parcela ésta última que le ha valido los méritos para este nombramiento.
Y es que la cultura junto al teatro han sido las dos grandes pasiones de este hombre de letras y humanista. Un Arjona infatigable que después de tantos años de trabajo recibe el homenaje de una ciudad a la que ama y de la que se enamoró la primera vez que llegó a ella, en la Feria de Agosto de los años 30, con un recién inaugurado Parque Gasset como recinto ferial.
Colaborador de este diario durante 40 años, Emilio Arjona ha recorrido todos los rincones de la provincia llevando a sus ciudadanos a través de las páginas de este diario la actualidad de toda la provincia.
“Me considero una persona normal”, manifestaba en una entrevista a este diario añadiendo que se siente un periodista que ha disfrutado con todo lo que ha hecho, pero no se siente “ejemplar”.
Su tenacidad y su entrega diaria al trabajo le llevaron a compatibilizar su tarea como redactor del diario Lanza con la dirección de revistas como: ‘Mundo Manchego’, ‘Mancha Sindical’ o ‘La voz sindical’. Tareas que también compatibilizó con la corresponsalía de Europa Press. Y, aunque también realizó sus “pinitos” en el mundo de la política, siendo concejal de Educación, Cultura y Limpieza, en el ayuntamiento de Ciudad Real, bajo el mandato de tres alcaldes: Eloy Sancho, Paco Bernalte y José Ruiz, nunca se ha sentido político, sino periodista.
50 años de entrega
“Lo que yo quiero ser es ciuadano del cielo”, decía Antonio Lizcano, Don Antonio, en su discurso de agradecimiento tras recibir la estatuilla del Quijote. Un reconocimiento a la vida de un hombre siempre respetuoso, justo, ético, bueno y actuando de acuerdo con la razón. De lenguaje claro, generoso, hombre de confianza y que genera afecto entre quienes le conocen.
Antonio Lizcano, también es justo merecedor de este reconocimiento otorgado por los ciudadanos de Ciudad Real. Su cultura democrática, su mente amplia y su comprensión y compañía son siempre un ejemplo para todos los ciudadrealeños.
El sacerdote Antonio Lizcano, nació en Alcázar de San Juan en 1935. Pronto descubrió su vocación sacerdotal y a los doce años ingresó en el seminario para dedicar una vida al servicio de Dios, de la Iglesia y de los demás.
Durante su extensa carrera como sacerdote ha sido formador en el seminario, Chantre de la catedral desde 1966 y puso en marcha las parroquias de San Juan de Ávila, Santo Tomás y San José Obrero. Además, durante 40 años ha sido el responsable de todas las monjas de la Diócesis y ha pronunciado infinitas eucaristías.
Entre los retos más importantes que ha desarrollado a lo largo de sus 50 años de ministerio, Antonio Lizcano, destacó en una entrevista a este diario, se encuentran la organización del año del Jubileo 2000 en Ciudad Real y la celebración del IX Centenario de la aparición de la virgen del Prado en la capital, en 1988.
El acto de ayer reconoció el trabajo de dos personas tenaces, apasionadas, comprometidas y dedicadas a su ciudad, Ciudad Real, ejemplo de vida para todos los ciudadrealeaños.
