Castilla- La Mancha y la provincia de Ciudad Real inician una nueva campaña de melón . Las primeras previsiones, basándose en los datos que ofrecen los responsables de viveros, aseguran que se ha sembrado por debajo de años anteriores. Podría haber un 20 por ciento menos de superficie plantada, lo que significa unas 1.2000 hectáreas menos para el melón de las 6.182 hectáreas que se cultivaron el año pasado en Castilla-La Mancha y unas 500 menos en relación a las 2.635 de sandía.
La provincia de Ciudad Real guarda el 80% de la producción regional de melón, con unas 4.900 hectáreas, y el 90% de sandía, con unas estimaciones de producción de unas 224.000 y 216.000 toneladas, respectivamente, según datos que ofrece la Interprofesional del Melón que preside el argamasillero, Cristóbal Jiménez Serrano.
Esta bajada en la superficie plantada obedece a varios factores. Los agricultores han sido más cautos a la hora de sembrar para evitar excesos de oferta que podrían ocasionar después un desplome de los precios que nadie desea. Otro de los factores es una posible bajada de consumo ante la llegada de menos turistas extranjeros, por la pandemia que azota a España y se podría añadir como tercer factor la escasez de mano de obra en la recolección.
Pero en cualquier caso estos datos son estimaciones y las cifras oficiales no se conocerán hasta el cierre de la Política Agraria Comunitaria (PAC), que este año se ha retrasado hasta el 15 de junio, tal y como apunta el presidente de la cooperativa “Santiago Apóstol” de Tomelloso, José Ángel Serrano.
Coincidencia con Murcia
La campaña del melón y la sandía en Castilla-La Mancha volverá a mirar con lupa el desarrollo de la campaña en Murcia, y las previsiones no son buenas, como reconoce Serrano. “Las lluvias de marzo y abril han retrasado las plantaciones en Murcia y también influye el propio Covid. Esto significa que dentro de un mes las producciones se solaparán”.
Serrano asegura que la campaña se afronta “con mucha incertidumbre. Vamos a tener menos turistas y esto puede afectar al consumo de melón. La gente la suele tomar en los meses de calor cuando están de vacaciones aquí, y menos cuando regresan a sus países. Luego, en una situación de crisis económica algunas familias pueden ver el consumo de fruta como una segunda necesidad”.
El presidente de lacooperativa“Santiago Apóstol”explica que “tanto desde Cooperativas agro-alimentarias como de la Interprofesional del Melón y la Sandía se recomendó que se sembrara un veinte por ciento menos, y nos hicieron caso. Pero ahora la gente se ha relajado en la desescalada y se ha animado a plantar más. De todos modos, estaremos entre el 15 y el 20 por ciento menos
En la cooperativa “Santiago Apóstol” de Tomelloso hoy empezará a entrar un fruto de muy buen calidad. “Este verano no está haciendo un calor excesivo y la planta está teniendo un desarrollo normal”. Buena parte de esos melones que entrarán en la cooperativa irán a las grandes zonas productoras de España, Madrid, Barcelona, zona de Levante y también a sus tradicionales mercados en Europa. Los productores cruzan los dedos para que haya buenos precios y puedan obtener una rentabilidad a un producto que cada vez tiene mayor importancia en la economía agraria de la zona.
