Serán un total de 68 jornadas, durante los meses estivales, donde se ejecutarán trabajos consistentes en el mantenimiento del vallado de simple torsión que delimita las áreas forestales, y que tiene como finalidad, precisamente, proteger la flora ripícola. Más adelante, ya en el mes de septiembre, dentro de las funciones a desempeñar se incluye también la recogida de semillas.
Todos estos trabajos se enmarcan dentro del contrato firmado con la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Estas acciones buscan mejorar la conservación de la Reserva fluvial del Río Frío, un espacio con alto valor ecológico, con áreas donde la naturaleza se está regenerando espontáneamente o donde se necesita garantizar la viabilidad de los abedulares y su buen crecimiento en torno al cauce fluvial.
Las labores de preservación de Fundación Cadisla serán fundamentales, ya que este abedular es único por localizarse en una cota muy baja y ser el más meridional de la península ibérica. Además de esta especie y su importancia por los motivos anteriores, a lo largo de la ribera nos encontramos con quejigares, fresnedas, saucedas, brezales, jarales, además de comunidades de fauna anfibia y nutrias.