Ahora “Lo mejor del Último de la Fila”, un grupo de excelentes músicos de Murcia rinde homenaje a esta mítica formación recorriendo el país para interpretar estos legendarios temas que sentaron cátedra. Ayer hicieron parada en Tomelloso para gloria y beneficio de un público que disfrutó durante más de 100 minutos de un excelente concierto. Más de tres mil personas acudieron al Paco Gálvez, un público multigeneracional que pudo comprobar que la buena música goza siempre de buena salud. Cuando se ve a gente muy joven tararear una canción del 85 algo queda muy claro: la música de calidad jamás pasa de moda.
El repertorio seleccionado con buen criterio, un potente directo, el cariño y conexión constantes con el público, y por encima de todo, el asombroso parecido con la banda que tantas lecciones diera durante catorce años hicieron de este concierto una experiencia inolvidable. Así fueron sonando temas de aquel maravilloso primer álbum de cuando irrumpió la banda “”Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana”, la bellísima “Querida Milagros” o “Dulces sueños”, también otros de “Enemigos de los ajeno”, cuando la banda ya arrasaba en las listas de éxito para llegar al inolvidable “Cómo la cabeza al sombrero” que acogió temas tan recordados como “Sara” o “Llanto de pasión” o los álbumes ya de los noventa “Nuevo pequeño catálogo de seres y estares”, “Astronomía razonable” o “La rebelión de los hombres rana” que incluyeron otros grandes éxitos.
El público, que era algo más joven cuando la banda triunfaba, se emocionó y disfrutó con temas como “Pájaros de barro”, “Nunca el tiempo es perdido”, “Somos levedad” o el famoso “Huesos” al que dio vida Manolo García ya mostraba su talento en la banda de “Los burros”. “Lo mejor del Último de la fila” también interpretó algunos temas de la carrera en solitario del cantante.
Fue un tributo exquisito, con una música rica en matices, con esos ritmos árabes y aflamencados que le otorgan ese toque tan singular y unas letras de la canciones que aúnan poesía y surrealismo para compararlas con unos tiempos actuales en los que se mete cualquier cosa en las letras de los temas. Hubo hasta un guiño instrumental a los Status Quo y una aparición al final de Triana, la mítica banda de rock andaluz que también tuvo influencia tuvo sobre “El último de la fila”.
El público se fue con ganas de más, pero los conciertos siempre tienen un final. Y esos más de cien minutos dieron para mucho y bueno. Los creadores de esta maravillosa criatura que fue “El último de la fila” pueden sentirse muy satisfechos.
