El presidente de Amao, José Manuel Treviño —que ejerció de conductor del recital— nos explicó antes del concierto que “Mater” iba a ser una selección de obras que tiene que ver con la Virgen o con los vínculos materno-filiales. Con el recital concluye en II Ciclo de Música Sacra en el que ha habido, además, romanticismo y lírica. Treviño aseguraba que el nivel artístico del ciclo que acababa ha sido muy bueno y los organizadores están muy satisfechos, sobre todo, del nivel de los participantes.
Treviño también se ha mostrado contento por el número de asistentes a los distintos conciertos, aunque Amao es muy ambiciosa y quieren llegar a la mayor cantidad posible de público, dado que para sacar adelante el ciclo es necesario el esfuerzo de mucha gente. Con el ciclo, la asociación organizadora pretende que la música sacra tenga un lugar en el panorama cultural de Tomelloso.
El concierto hizo las delicias de los aficionados que aplaudieron cada uno de los números y brindaron a los ejecutantes una gran ovación al final del recital. Un programa cuidadosamente elegido que sirvió para el lucimiento de las cantantes y los músicos. Fue todo un lujo poder asistir a un magnífico acontecimiento musical en el marco de la iglesia de la Asunción.
El recital arrancó con la, sin duda, más conocida de las Variaciones Enigma de Elgar, Nimrod, interpretada por el Cuarteto Orfeo. La mezzosoprano Alejandra Acuña cantó, a continuación, el Ave María de Schubert. La soprano Alicia Hervás ofreció, Maria Wiegenlied de Max Reger. El Ave María basado en el Intermezzo de Cavalleria Rusticana de Mascagni fue el siguiente número que interpretó Alejandra Acuña. La Vergine degli Angeli, de La Forza del destino, de Verdi llegó con la voz de Alicia Hervás. El Cuarteto Orfeo, formado por Manuel Briega y Miguel Corrales al Violín, Tamara Manzaneque a la viola y Ángel Luis Rodríguez al violoncelo, ofreció una estupenda versión del Andante festivo de Sibelius como final de la primera parte.
La Canción de cuna para dormir a un negrito de Montsalvatge fue el siguiente número, a cargo de Alejandra Acuña. Alicia Hervás interpretó Con amores la mi madre, de Obradors y la cantante al finalizar el número mandaba un beso a la suya, presente en el concierto. El recital proseguía con dos versiones de Songs my mother taught me, la de Ives a cargo de Acuña y la de Dvorak interpretada por Hervás.
Y dos dúos maravillosos pusieron el broche de oro al recital, la Barcarola de los Cuentos de Hoffman, de Offenbach y el Dúo de las Flores de Lakme, de Delibes. La última pieza sirvió de bis y, mientras las cantantes la interpretaban repartían claveles a las madres que había en el templo.
Una gran tarde de música con unos soberbios músicos y cantantes, un delicioso alimento espiritual para un domingo completamente primaveral.
