Diego Megías es el preparador físico del equipo de fútbol Wydad Casablanca. El villarrubiero aterrizó allí a finales del pasado mes de febrero junto al primer entrenador, el valenciano Juan Carlos Garrido, y en un apartamento de la ciudad marroquí pasa desde el pasado viernes 20 de marzo un confinamiento similar al de España provocado por la grave crisis del COVID-19.
“Aquí no ha habido tantos casos de contagios ni de muertes como en España. Desde el primer momento se tomaron medidas cuando había pocos casos, se cerró el país y parece que se han evitado muchos contagios. La gente se encerró en las casas y eso también ha ayudado”, explica Diego Megías a Lanzadigital desde Casablanca, la ciudad de un país en donde asegura que esas medidas de prevención y confinamiento “han sido muy estrictas, como no poder salir para nada a partir de las 6 de la tarde, por ejemplo”, o el obligado uso de la mascarilla, cuyo incumplimiento podría suponer penas de cárcel.
En esa situación de confinamiento domiciliario declarado hasta al menos el 20 de mayo, en soledad y solo saliendo a la calle para la compra en el supermercado o la farmacia, Diego Megías reconoce que mira hacia España: “Con los muchos casos de contagio y el número de muertes de allí, será todo muy angustioso, aunque desde aquí no lo puedo percibir con toda la claridad”. Él está en contacto permanente por videollamadas con su madre y hermana, que están en Villarrubia, además de su hermano que está fuera, “a los que les pido que tomen las medidas preventivas lo mejor posible. No puedo hacer más que mandarles ánimos. Al menos, en el pueblo parece ser que no ha habido muchos contagios”, dice.
El preparador físico tuvo la oportunidad, el pasado 3 de abril y en mitad del confinamiento, de coger un vuelo para regresar a España. Pero decidió no hacerlo por sus obligaciones profesionales con su club. “No sabíamos si íbamos a poder regresar, ni cuándo se iba a reiniciar la Liga. Tenemos unas obligaciones con el equipo y hay que cumplirlas”, asegura.
Precisamente el Wydad Casablanca es el actual líder de la Primera División de Marruecos, conocida como la Botola Pro, además de haberse metido en la semifinal de la Champions africana, en la que se tendrá que medir con el potente Al Ahly egipcio. Solo tres partidos ha dirigido hasta el momento el cuerpo técnico liderado por Juan Carlos Garrido y en el que está como preparador físico Diego Megías: un triunfo liguero ganado al Tánger (0-2) y los enfrentamientos de ida y vuelta de cuartos de final de Champions ante el tunecino Etoile Sahel (2-0 victoria en la ida en casa y derrota por 1-0 en la vuelta).
Tras esos encuentros se decretó la suspensión de la competición y ahora “seguimos con la incertidumbre de qué pasará. Yo envío una planificación semanal de ejercicios a los jugadores y de momento hasta el 20 de mayo seguirá el confinamiento”, recuerda el villarrubiero, que vuelve a vivir en Casablanca una gran experiencia profesional. No en vano, también formó parte del cuerpo técnico de Juan Carlos Garrido en el Raja Casablanca, el gran rival de su equipo actual, “como un Madrid-Atlético”, apunta, con el que logró ganar una Copa Confederación de África y una Copa del Trono. Antes estuvo varios años en el Al Najma de Bahrein y tras el Raja siguió con Garrido el viaje a los Emiratos Árabes, a las filas del Al Ain FC, el entonces subcampeón del Mundial de clubes.
Ahora y después de un pequeño paréntesis por una etapa delicada en lo personal, ha vuelto a su profesión futbolística de nuevo en Casablanca, la ciudad marroquí que ya conocía y en la que espera volver a levantar algún título si se reanuda la competición. “No sabemos cuándo se podrá volver a jugar”, sentencia Megías, algo que ocurre también en España, aunque tiene claro que “será cuando esto mejore y con unas normas y un reglamento de medidas preventivas”, teniendo claro que “se tendrá que jugar a puerta cerrada”.
Además, como preparador físico, el villarrubiero argumenta que antes de competir “tienen que dar semanas para volver a entrenar”. “Los jugadores llevan más de un mes en casa, con ejercicios sin apenas espacio y además con cambios en sus hábitos del día a día, sin apenas luz solar, que también afecta al cuerpo…. Con dos semanas entrenando el riesgo de lesión será alto y será mayor si, como han dicho en España, se va a jugar cada 72 horas. Además, está el estrés y el hecho de jugar sin público también puede afectar en este aspecto. Hay un cúmulo de factores que hacen que el riesgo de lesionarse sea alto”, finaliza desde Marruecos, en donde pasa este confinamiento con el deseo de volver a pisar el césped para preparar físicamente a sus jugadores del líder de la Liga y con aspiraciones a levantar la Champions.