La Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Valdepeñas informa en sus redes sociales de que la piscina del Peral ha reabierto este miércoles sus puertas tras haber dado negativo en la bacteria E-coli, de la que dio positivo el pasado jueves en un control rutinario.
Una vez realizados los tratamientos necesarios, y según la Normativa 72/17, se vuelve a abrir al público después de que se hayan restablecido los niveles normales y haya llegado análisis negativo de la presencia de dicha bacteria.
Sin embargo, la piscina de Consolación, que también dio positivo en la misma bacteria y se cerró igualmente la semana pasada, seguirá cerrada al no cumplir las condiciones para su reapertura.
La piscina pequeña cubierta del Complejo Deportivo “Ciudad de Valdepeñas” (Los Llanos), que se cerró el mismo día pero por motivos de limpieza, se abrió al poco tiempo y funciona desde entonces con normalidad.
Bacteria E-coli
La bacteria E-coli (Escherichia coli) vive en los intestinos de las personas y de los animales sanos. La mayoría de las variedades de Escherichia coli son inofensivas o causan diarrea breve. Sin embargo, algunas cepas, como la Escherichia coli O157:H7, pueden causar cólicos abdominales intensos, diarrea con sangre y vómitos.
La exposición a la Escherichia coli puede provenir del agua o de alimentos contaminados, sobre todo, de los vegetales crudos y de la carne molida poco cocida. Los adultos sanos suelen recuperarse de la infección por E. coli O157:H7 en el plazo de una semana. Los niños pequeños y los adultos mayores presentan un mayor riesgo de desarrollar un tipo de insuficiencia renal.
Los signos y síntomas de la infección por E. coli O157:H7 suelen aparecer unos días después de la exposición a la bacteria. Pero se puede enfermar al día siguiente de haber estado expuesto, o más de una semana después. Los signos y síntomas incluyen diarrea, que puede variar entre leve y líquida y grave con sangre, calambres estomacales, dolor o sensibilidad en el estómago y náuseas y vómitos en algunas personas
En el caso de las piscinas, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la principal fuente de virus y bacterias en las piscinas provienen de las heces depositadas accidentalmente por los usuarios y de excrementos de pájaros o roedores, si es el caso de piscinas que se encuentran al aire libre.