Y este hecho no es algo reciente, sino que su caso guarda claros paralelismos con el de Julián López “El Juli”, quien ya desde sus tiempos de becerrista acaparaba la atención -y esperanzas- de quienes anhelaban una nueva figura del toreo a golpe cantado.
El salmantino Marco Pérez entró en el primer plano de interés desde que se hizo viró un video suyo, con apenas 8 años, toreando una becerra en la plaza de toros de Salamanca. Era septiembre de 2015. Desde entonces, sus contadas apariciones han seguido deslumbrando, siendo gestionadas por el matador de toros y empresario Juan Bautista a partir de mayo de 2019.
El año pasado, con 16 años recién cumplidos, debutó con picadores en Istres (Francia), y la presente temporada de 2024 está alternando con novilleros con picadores, después de hacerlo con matadores y torear en solitario, como hizo el pasado año en Madrid, en una matinal en la que, vestido de corto, cortó cuatro orejas a tres erales. El 12 de octubre de 2022 cortó un rabo en La Maestranza de Sevilla. Ahí es nada.
Por su parte, el comienzo de temporada ha contado ya con una tarde de extraordinario toreo en Olivenza hace apenas diez días, y otra gran actuación en Andújar el 28 de febrero.
Este es, a grandes rasgos, el torero que el próximo sábado 16 de marzo hará el paseíllo en Almagro (Ciudad Real) junto a Javier Zulueta -otro de los llamados a ser alguien si no se tuerce el destino- y el alcazareño Aarón Infantes, con novillos de Julio de la Puerta. Y a seis días vista de la novillada de Almagro, Marco Pérez respondió a las preguntas de lanzadigital.com/toros.
PREGUNTA: ¿Cómo están siendo sus sensaciones con el utrero desde que el año pasado debutó con picadores?
RESPUESTA: Estoy contento de cómo van las cosas y de la evolución que estoy sintiendo. De momento, no he toreado muchas novilladas con caballos pero me estoy acoplando bien al utrero y estoy contento. Lo importante es seguir evolucionando.
P: ¿En qué aspecto de la lidia siente que tiene más que mejorar o, dicho de otra manera, le cuesta más trabajo brillar a la altura que le gustaría?
R: No hay nada negativo, mi reto personal es aprender cada tarde y cada día. De cada novillada, de cada entrenamiento, de cada tentadero se sacan cosas positivas. Me gusta mucho aprender y sobre todo fijarme de los grandes maestros en tauromaquia.
P: Hay que destacar que, a pesar de estar haciendo temporada, con la concentración que llevo conlleva, usted está estudiando. ¿Cómo lo compagina?
R: Trato de llevarlo bien, sobre todo aprovechar el tiempo al máximo. Aprovecho mucho cuando estoy en casa, e incluso en los viajes siempre llevo los apuntes. Es algo que no es nuevo para mí, y que llevo haciendo desde hace mucho. Los estudios son importantísimos. Procuro no perder clase y, si lo hago, ponerme al día lo antes posible.
P: ¿Tiene algún ritual especial -o manía- a la hora de preparar un festejo?
R: Mejor no tener manías (risas). Quizás tengo cosas que hago de forma natural cada día que toreo, como ponerme regaetton mientras me visto de torero, pero procuro huir de tener manías. Aportan poco.
P: ¿Qué conoce de Almagro?
R: No conozco demasiado más allá de la frase de Cagancho, pero tengo muchas ganas de conocerlo, tanto Almagro como la provincia de Ciudad Real, que es una tierra muy taurina y, según me han contado, de muy buenos aficionados.
P: ¿Siente usted un “peso especial” de responsabilidad sobre sus hombros al despertar tantas expectativas en el aficionado desde hace tanto tiempo, a pesar de llevar tan solo unos meses como novillero con picadores?
R: Creo que en este momento hay una serie de novilleros con picadores que hemos levantado expectación entre los aficionados, y eso es muy bueno para la Tauromaquia. Cada uno tenemos una personalidad distinta, pero a los aficionados les ilusiona. La novillada de Almagro es un ejemplo de eso. Somos tres novilleros distintos y saldremos los tres a triunfar y a tratar de rivalizar.
P: ¿Cuáles son sus objetivos este año?
R: Seguir aprendiendo y continuar la línea que llevo hasta ahora. Esta es una profesión difícil y dura y no podemos relajarnos nunca. Siempre he querido ser cada día mejor torero y hacer las cosas cada día con más temple, con más verdad y entender a un mayor número de novillos.
Nos vemos en Almagro. Este sábado a partir de las cinco de la tarde.