Durante los 75 años de historia de Lanza, más de 90.000 veces ha aparecido la palabra educación en las páginas de la edición impresa –a las que hay que sumar casi 13.000 de la edición digital-, y eso sin tener en cuenta otras relacionadas como enseñanza, curso, escolares o alumnos.
Esta anecdótica cifra podría dar una breve idea de la importancia que, para este medio de comunicación, para sus profesionales, y para toda la provincia en general, ha tenido, tiene y tendrá la educación y la enseñanza.
La primera vez que se podía leer en este medio de comunicación algo relacionado con la educación en la provincia de Ciudad Real era en su número 2, cuando aparecía una visita realizada por el obispo de entonces a los 340 alumnos que iba a confirmar; además del anuncio del plazo de los exámenes para los alumnos no oficiales en la Escuela Normal.
A partir de ese momento, las páginas de Lanza han ido recogiendo la creación e inauguración de colegios e institutos en la provincia –como la llegada de los salesianos a Ciudad Real en 1962 a la antigua Escuela Hogar de Santo Tomás de Villanueva; el colegio San Francisco Javier de la capital (1979), el IES Fernando de Mena de Socuéllamos (1967) o el IES Santa María de Alarcos de Ciudad Real (1963), por poner algunos ejemplos.
Pero también ha ido recogiendo otros cambios que se daban en la enseñanza, desde la imagen de los escolares con la bata escolar y maletines a la espalda que sólo contenían un libro para todas las materias a las mochilas de ruedas con superhéroes o superheroínas cargadas de libros que los niños apenas pueden cargar.
Se ha pasado de la excesiva rigidez de los maestros -que se traducía a veces en más que condenables castigos físicos- a las agresiones de los alumnos de los profesores; y de las peleas de patio entre niños al bulling crecentado por las nuevas tecnologías que prolongan el acoso más allá de las aulas…
Sin embargo, al margen de los hitos que ahora vamos a desgranar hay una que es la mejor de las noticias: aunque la educación no es perfecta y aún queda para alcanzar los niveles de otros países europeos, muy lejos quedan los niveles de analfabetismo que en los años 40 se situaban nada menos que en el 70% mientras que en la actualidad ni siquiera llegan al 4%.
De hecho, en la actualidad hay en la provincia matriculados -en Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP- un total de 106.398 alumnos a los que atienden 7.450 profesores en 409 centros educativos.
Huelgas de educación desde los 70
En el avance de la educación ha tenido que ver la implicación no sólo de los profesores sino también de los propios alumnos que tomaron conciencia con la llegada de la democracia de que estudiar era un derecho, que tenían que alzar la voz para que les tomaran en cuenta y que estudiar no debía ser un derecho exclusivo de las clases más pudientes.
Y una de las formas en las que los actores de la educación mostraron su conciencia fue a través de las huelgas que comenzaron ya desde los años 70 tuvieron lugar las primeras huelgas secundadas por el profesorado interino que luchaba por la estabilidad laboral.
Sin embargo, hasta la primavera de 1988 no se produciría la primera gran huelga en el sector de la educación en España, y por tanto en nuestra región y nuestra provincia. Fue un paro en la enseñanza media de los centros públicos en el que los profesores reivindicaban mejores condiciones y que duró casi un mes hasta que acabó con la dimisión del entonces ministro de Educación, José María Maravall.
Dos años después tuvo lugar otra de las grandes huelgas educativas, entre marzo y abril de 1990, y fueron convocadas en el ámbito de las enseñanzas medias y la universidad por el Sindicato de Estudiantes los días 22 de marzo y 26 de abril en contra de la LOGSE, aprobada en octubre de ese mismo año, para defender la gratuidad de la enseñanza y reclamar la oferta pública suficiente en enseñanza infantil, el control de prácticas en Formación Profesional, acabar con la masificación, eliminar las pruebas de acceso a la Universidad y mayores inversiones en Educación.
Una década después, en 2001, fue la Ley Orgánica de Universidades (LOU), con la que el Gobierno de Aznar sustituyó la Ley de Reforma Universitaria (LRU), la que generó el huelgas por toda España ya que los estudiantes consideraron que era un “ataque a la enseñanza pública” y que endurecería y cribaría el acceso de los jóvenes a la enseñanza superior.
También recogieron las páginas de Lanza la primera huelga general que en educación hicieron los sindicatos a un Gobierno autonómico -en este caso presidido por el PP- por los recortes en esta materia.
Otras manifestaciones o concentraciones como las de la LOMCE y la ‘reválida’ o incluso las últimas por la posible desaparición de la titulación de Geografía y Ordenación del Territorio, también han tenido su reflejo en las páginas o en la web de Lanza.
Ciudad universitaria
Una protesta que fue posible porque, como publicaba este periódico el 4 de octubre, en 1985 Ciudad Real se convertía en una ciudad universitaria gracias a la inauguración del primer curso de la Universidad de Castilla-La Mancha siendo rector Isidro Ramos, presidente de Castilla-La Mancha José Bono y consejero de Educación José María Barreda.
Aunque formalmente se creó mediante la ley de 30 de junio de 1982 como resultado de la autonomía política y del deseo colectivo manifestado por la sociedad castellano-manchega y compartido por el Gobierno regional, fue a partir del 85 cuando la institución académica se convirtió en un factor de cohesión con un claro objetivo por delante: actuar como una pieza fundamental para el desarrollo económico, social, cultural y tecnológico de la Comunidad Autónoma, dando respuesta a sus necesidades presentes y futuras.
En 1982, el profesor Javier de Cárdenas y Chávarri fue nombrado presidente de la Comisión Gestora encargada de poner en marcha la Universidad de Castilla-La Mancha, tras lo que -entre 1983 y 1988- Isidro Ramos Salavert fue el primer rector y a él se sucedieron Luis Arroyo Zapatero (1988-2003), Ernesto Martínez Ataz (2003-2011) y Miguel Ángel Collado (noviembre de 2011 hasta la actualidad).
En sus más de treinta años de existencia, la UCLM ha facilitado el acceso de los jóvenes a las enseñanzas superiores, dinamizando la vida de las ciudades en las que están instalados sus cuatro campus: Ciudad Real -sede de su Rectorado-, Albacete, Cuenca y Toledo. En la actualidad sus enseñanzas se extienden también a las localidades Almadén y Talavera de la Reina.
De hecho, la universalización del acceso a la educación superior lo demuestra el hecho de que, para el próximo curso 2018/2019, la UCLM oferta 7.274 plazas de grados y másteres que servirán para que los alumnos los puedan cursar titulaciones como Medicina, Enfermería, Tecnología de los Alimentos, Historia, Historia del Arte, Química, Ingeniería Agrícola y Agroalimentaria, Ingeniería eléctrica o Ingeniería Civil y Territorial, entre otras.
Además, la UCLM puede presumir de contar entre sus Doctores Honoris Causas con personalidades de la talla de Don Juan de Borbón -que fue el primero en 1991-, Umberto Eco, Pedro Almodóvar, Carlos Fuentes, Ignacio Cirac, Antonio Saura o José Saramago, por citar sólo algunos ejemplos.
Por otra parte, pero también en el capítulo de Educación Superior también cabe mencionar el Centro Provincial Asociado a la UNED “Lorenzo Luzuriaga”, nacido en Valdepeñas en 1979 con un presupuesto inicial de 40.783 euros, cuatro licenciaturas y el Curso de Acceso para mayores de 25 años, 326 alumnos matriculados y 27 profesores tutores.
A lo largo de su historia ha habido alrededor de 80.000 alumnos matriculados en la UNED provincial, además de los más de 60.000 que han participado en los diferentes cursos y conferencias y los más de 3.000 alumnos han obtenido su titulación en este tiempo.
Transferencias educativas
Un hito fundamental, y que cambió completamente la ‘fisonomía’ de la educación en Castilla-La Mancha al permitir tomar decisiones más adaptadas a las necesidades de esta tierra, fue la asunción de las transferencias en materia de Educación que, tras una ardua negociación, se produjo el 1de enero de 2000 cuando el consejero de Educación era José Valverde y el delegado de Educación en la provincia José Fuentes Pastrana.
En concreto, el proceso se inició formalmente en el año 1996, y tras diferentes fases de tiras y aflojas, en noviembre de 1999 –tras el acuerdo alcanzado el día 4 de ese mes- se anunciaba que Castilla-La Mancha iba a gestionar la Educación en la región tras acordarse de que el coste efectivo de esa gestión era de 126.500 millones –entonces de pesetas- y cerrando un convenio de inversiones de 6.000 millones en cuatro años.
El Gobierno de Castilla-La Mancha en el Consejo del 9 de noviembre consideró razonable la oferta y aceptó la transferencia del servicio educativo. Inmediatamente después, solicitó a las Cortes un debate y se reunió con toda la comunidad educativa para informarles de la decisión.
El 1 de enero de 2000 la Junta se hizo cargo de 318.000 alumnos, más de 122.000 profesores, más de 1.100 centros y más de 2.000 trabajadores de Administración y servicios, pasaron a ser responsabilidad del Gobierno regional.
A partir de ese momento se comenzó a trabajar para mejorar el sistema educativo en la provincia de Ciudad Real y en la región, y que sea la propia ley la que lo garantice.
No obstante, eso no significa una desvinculación total del Estado ya que, como recoge el artículo 37 del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha -en su punto 2- “para garantizar una prestación homogénea y eficaz del servicio público de la educación que permita corregir las desigualdades o desequilibrios que puedan producirse, la Comunidad Autónoma facilitará a la Administración del Estado la información que ésta le solicite sobre el funcionamiento del sistema educativo en sus aspectos cualitativos y cuantitativos y colaborará con la Administración del Estado en las actuaciones del seguimiento y evaluación del sistema educativo nacional”.
Pero lo que sí se hizo fue apostar por una mayor inversión en Educación que equiparara el nivel con el de otras comunidades autónomas.
De hecho, en 2010 -siendo presidente José María Barreda- el Gobierno regional Castilla-La Mancha fue la primera Administración de España en ‘autoobligarse’ a dedicar por Ley el 6% de su Producto Interior Bruto a Educación, además, de ser en ese momento la única que aumentó el presupuesto destinado a Enseñanza Superior para poner en marcha un nuevo plan de titulaciones.
Sin embargo, la llegada de la crisis y el cambio en el Ejecutivo autonómico, paralizó la implementación de ambas medidas y llevó a otras polémicas como el cierre de los centros rurales agrupados, algo que ya se ha revertido.
No obstante, habrá que seguir avanzando. Y en Lanza seguiremos contándolo.