Esta encuesta pone de manifiesto que, pese a que el ejercicio anterior fue un año récord para el turismo rural en Castilla-La Mancha, 2017 iguala, e incluso supera, algunos de los hitos alcanzados en 2016, según ha informado en nota de prensa la Junta.
La demanda de turismo rural en Castilla-La Mancha ha experimentado durante septiembre un aumento del 17,2% en viajeros alojados –el mismo que a nivel nacional– acompañado, también de un crecimiento en pernoctaciones del 14,6%.
Por provincias, Toledo ocupa el cuarto puesto a nivel nacional en el ránking por provincias de evolución de viajeros, mientras que Guadalajara es undécima y Ciudad Real crece por encima de la media nacional.
La provincia de Albacete muestra “bastante estabilidad” respecto al mismo mes del año anterior y la de Cuenca baja. El alojamiento extrahotelero se muestra también “muy dinámico” este mes, creciendo un 12% en viajeros y un 14,8% en pernoctaciones.
Acumulado anual
En el acumulado de los nueve primeros meses del año, la demanda en alojamientos de turismo rural en Castilla-La Mancha experimenta un ascenso, tanto en viajeros alojados de un 10,8%, como en pernoctaciones de un 8,4%, respecto al periodo enero-septiembre de 2016.
Guadalajara, con un crecimiento en pernoctaciones del 23,7%, es la tercera provincia más dinámica del país en demanda de turismo rural desde enero hasta septiembre.
La demanda extrahotelera –contemplando también campings y apartamentos turísticos– muestra un destacado crecimiento del 8,9% en viajeros y del 7,5% en pernoctaciones entre enero y septiembre, con la tipología de apartamentos creciendo a ritmos de dos dígitos, tanto en viajeros como en pernoctaciones.
Respecto al turismo de origen foráneo, Castilla-La Mancha es el destino español con “mayor dinamismo” en su demanda extranjera, con un crecimiento del 143,8% en pernoctaciones hasta septiembre, en comparación con los nueve primeros meses de 2016. Esto implica más que duplicar los resultados del ejercicio anterior.