El olor al tomillo fresco que brota en primavera invade estos días Arroba de los Montes, población que en los aledaños del Parque Nacional de Cabañeros ha sabido conservar la tradición de las ‘cruces y mayos’ tan enraizada en la provincia. Las asociaciones de amas de casa explican que las cruces de Arroba son altares “con bonitas telas, cortinas con encajes antiguos, figuras religiosas, flores y con la Santa Cruz en el centro”. El tomillo fresco cubre todo el suelo, lo que hace “inconfundible” el aroma de todo el pueblo en este tiempo de “cruces”.
La elaboración de cruces en esta localidad de los montes es “de toda la vida” y los vecinos han sabido perpetuarla, ya sea a través de promesas o de forma coordinada en asociaciones. La apertura es el 2 de mayo, momento en el que reciben la bendición del cura y también el mayo de unas cuantas mujeres agarradas a la guitarra, la bandurria y el laúd. Agasajar al visitante con un vaso de limonada en estas fechas es imprescindible, aunque también con dulces tradicionales: magdalenas, flores, canutos, rosquillos,…
El alboroto recorre de tal manera el pueblo este día que en el “granero” hay espectáculo hasta altas horas de la madrugada. La visita a las cruces no termina ahí, pues son lugar de encuentro para los vecinos los nueve días siguientes, donde el rezo sirve de excusa para la charla.
Los festejos comenzaron con la romería de San Marcos
Los festejos comenzaron hace unos días, el 25 de abril con la romería de San Marcos, el traslado del santo a la ermita y el canto de alabanzas por una primavera lluviosa, “para bien del campo y las cosechas”.
Además, según la costumbre, el 30 por la noche algunos mozos solteros inauguraron el canto del mayo a las puertas de solteras y casadas. Asimismo, las fiestas patronales de Arroba son en agosto, en las que “fácilmente se cuadruplican sus habitantes”, según expresan los vecinos del lugar, ya que son unas jornadas “de mucha tradición” y de “regreso” para muchos paisanos.
Arroba de los Montes, enclave para el turismo rural
Junto al patrimonio etnográfico, Arroba de los Montes ofrece interesantes alternativas de turismo rural ligadas a la caza, la pesca y la micología. En el entorno de Arroba existen varias fincas públicas y privadas para la práctica cinegética, muy demandada en noviembre y en el puente de la Constitución, entre otras fechas.
La pesca y el senderismo también son una opción en el Estrecho de las Hoces, donde es fácil localizar especies autóctonas como el barbo y la carpa, especialmente en verano. Además, la abundancia de setas, sobre todo el níscalo, es un atractivo para todo “forastero” que pasa por esta localidad muy conocida por la miel de flores que cultivan los arrobeños.