M. G. – Lanza
Valdepeñas
El Colegio Luis Palacios de Valdepeñas acogerá este viernes, 10 de febrero a las 20.30 horas la charla “Ser padres con el cerebro en la mente”, organizada por el AMPA del centro, que será impartida por la psicóloga y psicoterapeuta Begoña Sánchez, del Gabinete de Psicología “Vínculos”. Está dirigida exclusivamente a padres socios del AMPA.
Begoña Sánchez hablará de las diferencias entre niños de distintas edades. Por ejemplo, en cuanto a necesidades nutricionales, habilidades motrices, capacidades cognitivas… “A veces a los adultos se nos olvidan estas diferencias y demandamos a los niños capacidades que todavía no han adquirido. Cuando los niños no responden (hacen exactamente lo que acabas de explicar que no hagan), generalmente nos frustramos, y les atribuimos otras nuevas capacidades para explicar lo que ocurre (“este niño no hace ni caso”, “me toma el pelo”, “se ríe de mí”…). A lo largo del desarrollo se van adquiriendo capacidades que son resultado del grado de desarrollo que tiene nuestro cerebro, y de la interacción del niño con su ambiente. Por tanto, entender nuestro funcionamiento cerebral, puede darnos muchas pistas para entender el comportamiento de los niños, y poder poner en práctica estrategias adecuadas”.
Señala que “si un niño de 3 años pide que repitamos una vez y otra vez la misma historia, puede resultarnos tedioso y aburrido. Pero si sabemos que de esta forma estamos incidiendo en su memoria, que contribuimos a que desarrolle su capacidad de atención, y que les ayuda a elaborar lo que ocurre, nuestra percepción de la situación cambia, por lo que cambia nuestra vivencia y nuestra forma de gestionarla”.
Según indica Sánchez, podemos establecer tres períodos diferenciados de edad, en los que las estrategias pueden ser diferentes. En el desarrollo de los niños de 0 a 3 años se necesita de adultos que entiendan a un nivel más emocional. Sin embargo, de los 3 a los 6 años se van adquiriendo nuevas capacidades que necesitan irse integrando con las anteriores, y tienen otras necesidades que han de ser atendidas, ya que son los cimientos de los futuros aprendizajes. De los 6 a los 9 años, o de los 9 a los 12 años, se atienden otras necesidades y se cuenta con otras capacidades.
“El cerebro es el gran desconocido. El conocimiento científico ha avanzado mucho, y nos posibilita entender el funcionamiento de uno de los órganos más importantes y más complejos del ser humano. Como padres y educadores, tenemos la posibilidad de conocer y entender mejor, no solo el comportamiento de nuestros niños, sino también el nuestro propio. También nos permite poder establecer estrategias eficaces a la hora de abordar situaciones o comportamientos que, a priori, entendemos como inadecuados o problemáticos. Pero sobre todo, a prevenir y educar de una manera más acorde a las necesidades del niño”, apunta Begoña Sánchez.