Una exposición sobre Emilio Enríquez Ferrer (1946-2009), que desde mediados del siglo pasado y a lo largo de cuarenta años ejerció como médico rural en Piedrabuena, recuerda la figura icónica en la que se convirtió para los cientos de vecinos que a diario pasaron por su consulta.
El Ayuntamiento de Piedrabuena ha inaugurado hoy una exposición que repasa la historia de este importante personaje, que fue también alcalde de Piedrabuena y que se convirtió en el psicólogo y confesor de sus pacientes.
Así lo ha explicado el alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas, momentos antes de la inauguración de la exposición, en la que se expone todo su instrumental médico, los libros, apuntes y mobiliarios que utilizó durante los años que ejerció la medicina en Piedrabuena.
La camilla por la que pasaron cientos de vecinos o el escritorio desde el que dispensó miles de recetas son algunos de los elementos que forman parte de esta exposición organizada por el Ayuntamiento de Piedrabuena y que se puede ver en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural “Pedro Castrortega”.
Cabezas ha asegurado que ‘don Emilio’, como era conocido entre los vecinos del municipio, “fue una persona muy querida por todos los piedrabueneros por su generosidad y por el afecto y el trato que siempre dispensó a sus pacientes”.
Trayectoria profesional
Para el alcalde de Piedrabuena, esta exposición es forma de reconocer a quien tanto hizo por las gentes de este municipio y una forma de poner en valor una trayectoria profesional que puede servir de ejemplo para las futuras generaciones.
La exposición, ha comentado la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Piedrabuena, Isabel Herrera, ha sido posible gracias a que María Isabel, Ramón y Ricardo, los hijos de Emilio Enríquez, amablemente han decidido donar sus pertenencias a Piedrabuena.
Herrera ha recordado que don Emilio, que nació en Horcajo de Los Montes (Ciudad Real) en 1916, llegó a Piedrabuena en 1946, donde ejerció como médico de familia hasta su jubilación en el año 1985.
Ese mismo año fue nombrado Hijo Adoptivo de Piedrabuena por el Ayuntamiento de esta localidad y, en 2002, la Cofradía de San Bartolomé lo nombró Piedrabuenero Ilustre.
Emilio Enríquez Ferrer estudió Medicina en la Universidad de San Carlos, donde se vio obligado a interrumpir sus estudios a causa de la guerra civil.
En 1944 fue nombrado alférez médico e ingresó en el Cuerpo Médico de la Marina Civil, iniciando su ejercicio profesional en 1946 en Piedrabuena, tras trabajar previamente en un ambulatorio en Madrid.
Logros como alcalde
Desde 1971 a 1979 fue alcalde de Piedrabuena, etapa durante la cual se llevó a cabo la construcción de la red de alcantarillado, la construcción del cuartel de la Guardia Civil, ampliación del colegio público, la construcción de la biblioteca pública y la construcción del complejo polideportivo con campo de fútbol, piscina y pista polideportiva.
Ramón Enríquez, hijo de Don Emilio, ha asegurado que para la familia es una satisfacción ver cómo hoy en día aún se recuerda la figura de su padre.
Y ha comentado que, en esta exposición, se pueden ver los instrumentales que utilizó en el desarrollo de su trabajo, también la camilla en la que se sentaron cientos de sus pacientes y que “seguro estoy -ha dicho- que es conocedora de muchas historias de este pueblo”.
Finalmente, ha recordado la capacidad profesional de su padre a la hora de atender a sus pacientes y el carácter especial que tenía, marcado siempre por su “inclinación natural a hacer el bien”.