La directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, ha destacado la necesidad de “prevenir y sensibilizar acerca del machismo y de sus consecuencias” a la población más joven para evitar agresiones y amenazas como la que se ha producido en un chat de universitarios de Albacete, en el que se “expresan y describen a las mujeres de una manera brutal, virulenta y repugnante”.
Se ha referido a la importancia de contar con “herramientas curriculares estables” en el ámbito educativo que, a través de una asignatura “nos permitan llegar todos los años y de una manera continuada al alumnado”.
Todo ello, sin perjuicio de que ésta pueda complementarse con charlas, talleres y otras actividades de sensibilización que contribuyan a la construcción de una sociedad más igualitaria ya desde la infancia y la juventud, ha informado la Junta en nota de prensa.
“Lo que ha sucedido es una manifestación más del machismo que está más naturalizado y legitimado de lo que probablemente se piensa”, ha afirmado Martínez tras condenar este hecho.
Medidas contundentes por la igualdad
La directora del Instituto de la Mujer ha hecho hincapié en que “es el momento de tomar medidas contundentes” que garanticen la igualdad en una sociedad “que es mucho más desigual de lo que podríamos pensar”.
Así, ha destacado el compromiso del Gobierno que preside Emiliano García-Page en esta materia y ha recordado que “es obligación de los poderes públicos trabajar por una sociedad más igualitaria, con un enfoque feminista y que tenga respeto, dignidad e inclusión hacia las mujeres”.
La directora del Instituto de la Mujer se ha expresado así durante su participación en una charla sobre inmigración y personas refugiadas, que ha organizado el Instituto ‘Arcipreste de Hita’ de Azuqueca de Henares y en la que Martínez ha hablado sobre la doble discriminación que sufren las mujeres migrantes y refugiadas. Del mismo modo, ya que la charla iba dirigida a alumnado adolescente, se ha referido a las medidas que puede adoptar tanto el profesorado de los centros educativos como el propio alumnado “para evitar la discriminación que provocan las violencias machistas”.
