Torres ha indicado que el patrimonio neto de la sociedad asciende a 42. 815.000 euros “que es una cifra que refleja la modernidad de nuestras instalaciones, con una cooperativa que se ha hecho nueva en los últimos doce años. Además, nuestra economía está muy saneada, con un endeudamiento de 1.299.000 euros”.
El presidente se ha referido a las ventas del año pasado que fueron de 71.440.000 euros, obteniéndose un beneficio de 6.745 euros. “El beneficio de este año es menor, -ha aclarado-, puesto que la campaña se desarrolló con unos precios bastante bajos y hemos querido encauzar los beneficios hacia los socios”. Torres ha indicado que “el ritmo de ventas que llevamos es similar al de otros años. El grueso de las ventas se produce en los tres o cuatro primeros meses del año y después viene un chorreo de operaciones hasta que llega la vendimia. Los precios ha ido subiendo paulatinamente desde septiembre hasta los meses de diciembre y enero, y ahora parecen que están algo más estables. Pero el mercado del vino es tan aleatorio que casi nada se puede predecir. Lo importante es empezar a vender cuando los clientes nos pidan el vino”.
Por otro lado, Torres ha asegurado que “las obras e inversiones marchan todas a muy buen ritmo. La ampliación de la embotelladora estará en funcionamiento en el primer trimestre del año 2019 y también avanza un mini museo que estamos haciendo en los antiguos trujales donde colocaremos barricas firmadas por personalidades, una mesa donde poner unos vinos y una pequeña sala de proyección. Todo ello orientado hacia el enoturismo, y al mismo tiempo rendimos homenaje a las terreras y picadores que hicieron las cuevas”.
Rafael torres ha dejado claro que “la cooperativa tiene que seguir creciendo y ampliando sus instalaciones, siempre con el objetivo de mejorar nuestras elaboraciones e introducir nuestros vinos en más países. Hay que expansionarnos, y para esto sería bueno alcanzar acuerdos de fusión o grupos de comercialización que nos darían unas posibilidades mucho más amplias de las que tenemos en estos momentos”. Pero al margen de esos acuerdos de fusión o comercialización que, según ha explicado, muchas veces no se concretan por diferencias a la hora de aportar capital o de tecnología, Torres se ha mostrado satisfecho con la marcha de la entidad que preside. “Nuestros socios están contentos, tanto por lo que estamos haciendo con su empresa, como por la defensa de sus intereses con una buenas liquidaciones de uva. Además, gracias a nuestra política de pago en función de la calidad de uva, tendrán prioridad en los planes de reestructuración del viñedo o de mejora e inversiones que pretendan efectuar en sus explotaciones”.
Tras los datos de la gestión económica, Torres ha pasado a analizar la obra cultural de la entidad. “El 5 de abril inauguraremos una exposición retrospectiva de Ángel Pintado que estará abierta un mes y medio o dos meses. Después contaremos con un pintor andaluz, Antonio Rojas y para el año próximo también tenemos cubiertas las exposiciones. Se harán tres, independientemente de la del Certamen Cultural. El museo ya lo tenemos lleno con nuestros fondos y habrá que ir haciendo rotaciones con los cuadros, para conseguir esa variedad pictórica que siempre vamos buscando”. Igualmente, Torres ha anunciado que la entidad promoverá algunas exposiciones fuera de sus instalaciones. “Tenemos prevista hacer una en el Museo de Santa Cruz en Toledo”.
También se ha detenido en el capítulo de formación, al que Rafael Torres otorga una gran importancia. “Seguimos formando a nuestros empleados y socios, porque donde hay formación hay progreso. Los estamos formando en diferentes disciplinas, dándoles clases de inglés y ofreciéndoles la posibilidad de marchar al extranjero para que conozcan como se elabora en otros países como Francia, Chile o Argentina. Esto no es un gasto, es una inversión porque hay que coger todo lo bueno que tengan estos países para aplicarlo aquí también”.
