“La igualdad está escrita en Constituciones y Leyes pero muchas veces es papel mojado, empezando porque no están dotadas presupuestariamente”. Lo ha dicho Esther Serrano, secretaria de Organización de CCOO en una charla-coloquio que ha organizado la Asociación Feminista de Tomelloso, “Las Trece Rosas”. Lástima que no haya acudido demasiado público a la Casa de Cultura; la charla ha sido interesante y al final se ha generado un fluido debate.
Esther Serrano ha presentado un panorama poco esperanzador sobre los derechos laborales de las mujeres. “Están discriminadas antes, durante y después de su vida laboral” y lo ha achacado a “una educación segregadora que suele conducir a las mujeres a las profesiones de cuidados y a los hombres a oficios más técnicos. Si esto no cambia, se seguirán manteniendo estos roles de género que hacen que las mujeres tengan dobles y triples jornadas de trabajo, con más riesgo de accidentes y de ver afectada su salud laboral, poco tiempo para el ocio y escasas oportunidades para participar en la vida pública y acceder a puestos de mayor responsabilidad”.
Serrano ha puesto ejemplos de sectores en los que pocas mujeres alcanzan puestos altos, “el famoso techo de cristal” y ha ofrecido interesantes datos para demostrar su teoría de la discriminación femenina. “Las pensiones medias de las jubilaciones de las mujeres son inferiores en unos 400 euros, porque los hombres tienen unas carreras de cotización mucho más largas y con salarios más altos. Además, los complementos del salario son disfrutados mucho más por los varones”.
La dirigente de CCOO ha expuesto más datos; el 77% de los contratos a tiempo parcial que se hacen en la región son de mujeres, mientras que el 95% de los hombres disfruta de una jornada completa; la brecha salarial en Castilla-La Mancha es del 26%, con uno ingresos medios por salario al año de 18.000 euros para las mujeres y 22.000 para las mujeres, problema que se agudiza aún más en Ciudad Real donde el salario medio de la mujeres es de 13.000 euros.
Esther Serrano ha abogado por dotar de presupuesto a las políticas de Igualdad, que se priorice la contratación indefinida, que la educación no sea segregadora, que se fomente la corresponsabilidad en las tareas domésticas y cuidado de las personas dependientes, que se pongan en marcha políticas activas de empleo para mujeres y que se tracen planes de igualdad en las empresas.
Al final se ha generado un enriquecedor debate en el que han aflorado los abusos que se producen con los contratos de formación y prácticas; el desaprovechamiento del talento de mucha gente joven que se va al extranjero; el papel de los medios de comunicación, la explotación de los inmigrantes o la economía sumergida. “Se ha intentado silenciar a las mujeres, pero con internet y las redes sociales está situación ha empezado a cambiar. Las movilizaciones de ayer fueron impresionantes”, -ha concluido Serrano-.
