Una veintena de adolescentes, en su mayoría chicas, están participando en el Curso de Monitor de Actividades Juveniles organizado por el Área de Juventud e Infancia del Ayuntamiento de La Solana. Durante tres semanas, recibirán una formación total de 100 horas teórico-prácticas, además de la titulación correspondiente expedida por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.
Las clases se están desarrollando en las dependencias de la Casa del Niño, cuidando minuciosamente las medidas sanitarias. Cada día, se toma la temperatura corporal a cada alumno y se respeta la distancia social, reduciendo al máximo las actividades en grupo. También hay una desinfección periódica con geles hidroalcohólicos y otros desinfectantes.
La Escuela de Animación Juvenil ‘Las Cañadas’ de Miguelturra, con gran experiencia en la formación de monitores, es la encargada de adiestrar a los jóvenes en esta disciplina. Su directora, Olga Sánchez, recalcó a la emisora municipal Radio Horizonte que “es un curso oficial, con su correspondiente titulación, que tiene muchas salidas, especialmente de cara al verano porque hacen falta monitores para campamentos o ludotecas”. Así lo indicó en el transcurso de una actividad náutica con los alumnos que se celebró en el Pantano Vallehermoso.
Sánchez explicó que también se establecen experiencias diferentes y alternativas a la formación que están recibiendo los alumnos en las aulas, programando un acercamiento a las piraguas. Señaló que los participantes en el curso están recibiendo la formación de las primeras 100 horas teórico-prácticas, si bien el curso tiene una duración total de 250 horas. El resto de prácticas, pueden desarrollarlas durante un tiempo de dos años, según indicó, “siempre que trabajen con niños y jóvenes en cualquier asociación o empresa pública o privada”.
La jornada de piragüismo se complementó con algunas gymkanas que prepararon los propios alumnos, según aseguró la docente del curso, Beatriz Gómez. La monitora se mostró muy satisfecha por el trabajo desarrollado durante la primera semana formativa “al principio llegan algo introvertidos, pero pronto se adaptan y se van soltando para exponer sus potenciales y capacidades”.
Durante este tiempo, los alumnos trataron diferentes temas como educación para la salud, educación en tiempo libre o educación en valores, recibiendo muchos recursos como futuros monitores. Todavía les queda mucho por aprender, según señaló, “primeros auxilios, prevención de incendios, educación para la salud y consumo, y sobretodo que ellos desarrollen sus capacidades para que luego puedan educar a otros niños y adolescentes”, apostilló.
