Dos sectores “de alto valor añadido” y “fuerte componente tecnológico” van a ser claves en la recuperación de la economía de Ciudad Real tras el paso de la pandemia. Así lo considera Juan José Rubio, economista de referencia y catedrático en la Universidad de Castilla-La Mancha, durante una entrevista para Lanza.
Pendientes de desarrollar al completo la campaña de vacunación frente al Covid, Juan José Rubio admite que “la situación económica ahora mismo es de cierta complejidad”, pero existen motivos para la esperanza, pese a las “incertidumbres del sistema productivo”, tanto en España, como en Castilla-La Mancha y en Ciudad Real.
La situación en el último trimestre de 2021 “va a ser relativamente positiva”, en la medida que empiecen a funcionar las actividades económicas más bloqueadas, como el ocio y la hostelería. “Todas las organizaciones están revisando la previsión de crecimiento al alza”, apunta.
El Gobierno de España prevé un crecimiento del “5,9 por ciento” en este último trimestre del año e incluso eleva hasta más del 6 por ciento” el ascenso del Producto Interior Bruto (PIB) en 2022. En opinión del catedrático, “esto incluso se podría acelerar si las cosas siguen según lo previsto y como se están produciendo”.
La recuperación en Ciudad Real
En la provincia, la vista tiene que estar puesta en dos polos industriales. Por un lado, en el corredor Ciudad Real-Puertollano con el aeropuerto, “que se puede convertir en un ‘hub’ de mantenimiento y reparación de aeronaves”, con posibilidades de atraer a empresas de aeronáutica, como ya ocurre en otros puntos de la región, como en Illescas y Albacete con Airbus.
Por otra parte, Juan José Rubio apunta al corredor de la A4 y la producción de energías alternativas. “Tenemos que tener en cuenta que el sector energético y, en concreto, la producción de energía eólica, hay que cuidarla, porque va a ser beneficiaria de los fondos europeos Next Generation”, apunta. En Daimiel, está la multinacional de palas eólicas Vestas.
También son interesantes, según señala Rubio, la producción de energía fotovoltaica, con plantas distribuidas por toda la provincia, y la energía vinculada al hidrógeno, que tiene a Puertollano como punto neurálgico. El objetivo es “profundizar en proyectos industriales estratégicos con impacto”.
Estos dos polos tecnológicos van a atraer “industrias relacionadas” y van a demandar “recursos humanos de envergadura”, lo que al mismo tiempo debería potenciar la oferta de formación superior en universidades y escuelas técnicas, a través de másteres específicos y formación reglada “dual” con prácticas.
Aparte de la apuesta por la innovación y su capacidad para generar empleo, hay que tener en cuenta que su inversión en infraestructuras “es más elevada que en otros sectores menos tecnológicos” y que “el salario medio es más alto”, por lo que “conforman mejores niveles de vida que realzan la economía en general”.
El mayor temor: que los ERTE se conviertan en ERE, pese al crecimiento del PIB
En Ciudad Real, señala Rubio, “el Colegio de Economistas prevé una subida del 5,4 por ciento en 2021 y del 6 por ciento en 2022”. Son datos referentes al PIB, pues la tasa de paro es posible que no evolucione de forma tan positiva. “El problema que podemos tener es que, con el fin de los ERTE, parte se conviertan en ERE o en despidos”.
La provincia entró en la pandemia con una situación buena, con una tasa de paro del 12,6 por ciento en 2018, frente al 20,8 por ciento que arrastraba el conjunto de la región. Ahora bien, existe la posibilidad de que, a diferencia de la rápida recuperación del PIB, con el empleo no ocurra lo mismo.
El experto considera que “la capital, en el peor de los casos, podría llegar a una tasa de paro del 17 por ciento”, lo que supondría retroceder a 2014. “Calculo que para 2023, o como muy tarde 2024, hayamos recuperado los niveles previos al Covid, pero el paro es complicado, la generación de nuevas actividades necesita más tiempo”, señala.
Sin duda, uno de los males endémicos de Castilla-La Mancha es el desempleo, que además tiene unas características especiales, pues afecta en mayor medida a las mujeres, los jóvenes y los mayores de 55 años. El único aspecto positivo es “la menor incidencia del desempleo de larga duración” por la capacidad de adaptación de los diferentes sectores.
Ante esta situación, Rubio propone “adoptar políticas activas de empleo desde el Gobierno regional” y “crear las condiciones necesarias para que las industrias absorban el capital humano”. Así, por ejemplo, frente a la “sobrecualificación” de titulados, existe cualificación precaria en empresas de pequeño y mediano tamaño, por lo que habría que crear pasarelas que favorezcan la inserción de estas personas.
La debilidad de Ciudad Real: baja natalidad empresarial
A la hora de combatir el desempleo es fundamental además que las empresas gocen de buena salud, y aquí reside otra de las “debilidades” que Ciudad Real tiene que remediar. Rubio apunta que “la natalidad de empresas es históricamente baja”, y además la tasa de supervivencia, “especialmente en pymes, es también relativamente baja” comparada con otros puntos de la región.
En Ciudad Real “se crean pocas empresas y su supervivencia es limitada”, a excepción de algunos sectores, como la agroalimentación. En el ámbito del sector industrial no inmobiliario, la supervivencia de las empresas “es muy pobre”. Por eso, el economista pide ayudas directas al tejido productivo.
“Si algo aprendimos de la crisis de 2008 es que hay que salvaguardar el tejido industrial y empresarial como sea”. Durante la entrevista con este medio, Juan José Rubio advierte que es necesario “dar financiación a empresas solventes”, porque “es muy fácil destruir, pero no crear”.
Otros sectores estratégicos en Castilla-La Mancha
Junto a los sectores señalados, Juan José Rubio además considera que en Castilla-La Mancha hay “otros cuatro grandes con opciones y estratégicos por explorar”: las estructuras metálicas, la alimentación ecológica, la higiene industrial y la producción de ropa. A estos se podrían unir la bioeconomía, el turismo y la logística.
La comunidad autónoma ya tiene importantes nichos “de excelencia”, como es la agroalimentación, con la producción de lácteos, quesos, aceite de oliva, vino y carne, además de la cerámica en Toledo, que todavía tiene margen para “desarrollar y aumentar productividad”. Lo mismo ocurre con el sector de la madera y el mueble.
La logística y el turismo
Con respecto a la logística, Rubio considera que “estamos muy bien situados como rampa de lanzamiento para el aprovisionamiento entre Madrid y Levante”, además de bien conectados por AVE y aeropuertos, con el sur de la Península Ibérica y el norte de África.
El Corredor del Henares, según indica el profesor, “está saturado”, y Castilla-La Mancha “tiene la capacidad de desarrollar a una distancia razonable polígonos de logística para abastecer la capital de España”. Así pues, la conexión entre Madrid y Valencia por Tarancón tiene gran interés.
Asimismo, Juan José Rubio confía también en las posibilidades del turismo, y más tras los “cambios en los patrones de consumo” que ha generado la pandemia. “Tenemos lugares muy vendibles y sería interesante desarrollar infraestructuras complementarias, como campos de golf o casinos, que se unan a la buena gastronomía”, señala.
En el pasado, el proyecto de ‘El reino de Don Quijote’ quizás “estuvo mal planteado”, pero Rubio opina que “recuperar alguna parte de este planteamiento no sería descabellado”, para que el extranjero pudiera verse atraído por las opciones de turismo rural y cultural de la provincia.
No se trata de crear efemérides en torno a diferentes figuras, como El Greco, sino de “potenciar el turismo estable a medio y largo plazo, con infraestructuras de calidad y vinculadas al patrimonio”. Así, considera una “maravilla de planteamiento y de oferta” la puesta en marcha del parque de Puy du Fou en Toledo, y espera que sea “un éxito”.
Internacionalización más allá de la agroalimentación
Aparte, Juan José Rubio pone el punto de mira en las exportaciones y avisa que “la internacionalización de la actividad económica, más allá de la agroalimentación”, es una asignatura pendiente. El experto señala que hay que apostar por empresas productivas y competitivas a nivel internacional, y por la diversificación de las exportaciones, porque confiar todas las bazas en la agroalimentación “tiene sus riesgos”.
“No hay que perder de vista que antes de la crisis la balanza comercial de Castilla-La Mancha era muy deficitaria. El grado de apertura al exterior era la mitad del español, y sobre todo estaba relacionada con la exportación de productos agrarios transformados, como el vino o el aceite”, apunta.
Convencido de las posibilidades de la región, Rubio expresa que hay que “potenciar la internacionalización a través de una marca que nos identifique”, e insiste en las posibilidades que existen en el sector energético y aeronáutico. “Lo estamos haciendo bien en estos sectores”, apostilla.
Aprovechar los repuntes en bienes de consumo duradero y turismo
Tras el paso del Covid, dos aspectos han tomado un papel protagonista en estos momentos. Por un lado, “el aumento significativo de la compra de bienes de consumo duradero”, es decir, electrodomésticos, automóviles o reparaciones en viviendas y locales, que puedan hacer frente a posibles contingencias futuras.
Por otro, Rubio destaca que, “a medida que se desarbolan los requerimientos de distancia social”, surgen nuevos nichos de economía. Así, prevé que “se va a disparar el consumo de ocio, en vacaciones y de viajes”. España no va a ser el único país que lo va a notar, pues en Estados Unidos ya han notado repuntes de superconsumo.
El economista explica que “la capacidad de ahorro embalsada va a disparar el consumo” y, en parte, “explicará el aumento del PIB por encima de lo esperado en los dos próximos años”. Con respecto al aumento del consumo en viajes, primero será dentro del territorio nacional y luego en el extranjero.
Por eso, Juan José Rubio insiste en que “hace falta un plan estratégico en la región, que se inscriba a nivel nacional”, que permita “utilizar con criterio y racionalidad los fondos que vendrán de la Unión Europea”, no solo los derivados de la crisis del Covid, sino todos. “Tenemos que hacer de la necesidad virtud, para lograr una salida exitosa y con proyección de futuro para la economía”, concluye.
