Son las 5 de la mañana. A Julián, de 44 años y profesor de universidad, le suena el despertador. Julián prepara el café y revisa emails y artículos relativos a su trabajo. A estas horas de la madrugada, siempre es de noche; da igual la estación del año que sea. En invierno, además, suelen ser las horas de la helada. En verano, sin embargo, son las más frescas en La Mancha. Cuando el reloj se acerca a las 6, Julián prepara su bolsa de entrenamiento, comprueba que lleva todo en los bolsillos y se marcha a entrenar a su box -así se llama al lugar donde se entrena- de CrossFit.
Alrededor de las 6:15 de la mañana, llega a su lugar de entrenamiento de CrossFit: el Mecani Box de Ciudad Real. Julián saluda a sus compañeros de entrenamiento -normalmente a esas horas son siempre los mismos- y se ponen a calentar con la supervisión del monitor para hacer el WOD que toque en esa clase. Las siglas WOD significan “work of the day”, y es la forma de trabajar en el box de CrossFit: un WOD para cada día. Los deportistas se arremolinan alrededor de la pizarra donde el monitor ha apuntado todos los ejercicios detalladamente. Además, los explica realizándolos.
El cronómetro se pone a 0 y empieza lo duro. Le suben las pulsaciones, empieza a sudar y cuenta repeticiones; muchas repeticiones. Ejercicios con técnica de halterofilia, gimnásticos, trabajo cardiovascular y metabólico y una altísima intensidad llevan a Julián a terminar el entrenamiento exhausto y extasiado. “La sensación es espectacular; estoy mejor ahora que cuando tenía 25 o 30 años”, asegura.
Julián llega a casa al filo de las 7:30 de la mañana, despierta a su hija de 10 años y, mientras ella se despereza, él se ducha y ultima los preparativos para acudir a formar a los futuros enfermeros del sistema sanitario. De camino al trabajo, lleva a la niña al colegio. En torno a las 9 de la mañana, Julián entra a clase. Su día comenzó 4 antes horas únicamente para poder ir a entrenar CrossFit. Esta es su rutina desde hace más de tres años.
Los 5 boxes de CrossFit de Ciudad Real
Actualmente, en Ciudad Real hay cuatro boxes -así se llama al gimnasio- de CrossFit operativos, y uno más en proceso de apertura. Hasta hace tres años, en la capital sólo había uno. El boom de la salud y de los cuidados -acentuado por la pandemia- alcanza a toda la sociedad de manera transversal, y ha ido a converger con otro boom imparable: el del CrossFit.
CrossFit es un método de entrenamiento y también una marca comercial registrada. Sus actividades están basadas en los entrenamientos de los cuerpos militares, bomberos y policías. El importante componente social, así como la rapidez de sus resultados y de la evolución del que lo practica, lo han aupado a ser el camino predilecto que eligen muchos ciudarrealeños para ponerse en forma.
Con ello, Ciudad Real se ha convertido en uno de los referentes de la región si hablamos de CrossFit. En las próximas semanas, habrá 5 boxes de grandes dimensiones en una ciudad de 75 mil habitantes. Los promotores de todos ellos coinciden en que “el CrossFit es para todos”. Más allá del deporte, el crecimiento de este método de entrenamiento se debe a su componente social. El ‘crossfitero’ tiene un fuerte sentimiento de pertenencia y establece una serie de lazos con los compañeros.
Las rutinas fijas marcan la diferencia. No es raro que, si vas a la misma hora al box, termines viendo las mismas caras. Y de ese roce, donde se comparten mucha intensidad y sufrimiento deportivo, nacen amistades, relaciones sentimentales y hasta familias. Los cinco dueños, que antes que dueños son ‘crossfiteros’, están de acuerdo: “CrossFit es un modo de vida”.
Kultur Box CrossFit, lo más nuevo en la ciudad
El nuevo box de la capital será Kultur Box, que se encuentra en pleno proceso de apertura. Mike Fernández, uno de los socios fundadores junto a Clara Fernández y Vicente Atochero, cree que “es el momento” de expandirse. Hasta hace poco, tanto sus socios como él trabajaban de monitores en otro de los boxes de la ciudad. El fundador de Kultur parte de una premisa: “La percepción de la salud ha cambiado en los últimos años”.
Para Fernández, el crecimiento lo ha experimentado todo lo relativo a la salud y a los cuidados, aunque el CrossFit haya salido ganador. “Todo suma”, asegura el entrenador. Desde su perspectiva, la gente ha tomado conciencia de la importancia del entrenamiento de alta intensidad y de lo relevante que es trabajar la fuerza para el día a día. Sí que destaca “lo novedoso” del método de entrenamiento, pero “si hay algo fundamental en el CrossFit es la implicación y la adherencia en el tiempo”. Las rutinas de algunos usuarios llegan hasta los 6 días en semana en algunas ocasiones y los entrenamientos están en constante evolución y dinámica.
El ‘crossfitero’ se mantiene en el tiempo y cada vez quiere más. Para Mike Fernández eso se debe a la parte social y humana del CrossFit. “Si un día no te apetece, alguien tira de ti, y viceversa”, comenta entre risas. En consecuencias, cree que este es uno los factores que explican el crecimiento de la actividad: “Si no es el primero, es el segundo”. Además, en muchas ocasiones la constante evolución que experimenta el atleta lo lleva “a buscar competir y rendir”, aunque aclara que “no todo el mundo puede”. Ahí entra en juego un factor que los detractores de este método de entrenamiento siempre resaltan: la lesión. Fernández asegura que la lesión llega cuando no hay supervisión o cuando se compite en alto rendimiento. La clave para conjugar todo es “la responsabilidad propia del atleta y calidad en la supervisión”, asegura Mike.
Kultur nace con la intención de adaptar el CrossFit para todo el mundo. El equipo fundador asegura que “esto es para todo el mundo siempre que hay responsabilidad y supervisión”. Su intención es que gente con lesiones crónicas, con físicos sedentarios y alejados del mundo del deporte pueda experimentar la evolución y “la calidad de vida” que aporta realizar actividad física a menudo y llevar una vida saludable. “La gente debe tener claro que el CrossFit es escalable para todo el mundo”, afirma Mike. Respecto al modelo de negocio, asegura que la ciudad puede tener 5 boxes rentables y operativos, y que eso sólo lo marcará “la gestión empresarial de cada uno”. Kultur Box abrirá sus puertas a finales de agosto o principios de septiembre.
CrossFit Mecani Box, la avanzadilla antes del boom
José Carlos Bellón fue el primero en tomar la decisión hace dos años de montar otro box de CrossFit en la ciudad. Este fue Mecani Box. Hasta entonces, en Ciudad Real sólo había uno. Él también coincide en la existencia de un boom del deporte desde la pandemia. Asegura que “los números salen” y por eso se lanzó a abrir el segundo box de la ciudad. Los centros que se abren “están funcionando”. Es cierto que cree que hay un factor moda y que seguramente “bajará y entrará en una meseta, pero de momento, todo es ascendente”, asegura.
Las claves del éxito del CrossFit para Bellón están relacionadas con el tiempo y la variación de ejercicios. “Que sean clases acotadas se valora mucho”, y lo relaciona con el ritmo de vida tan ajetreado que lleva la sociedad actualmente. Además, remarca que este método de entrenamiento es más divertido que el gimnasio tradicional. El fundador del Mecani coincide con sus colegas en lo asequible del CrossFit para todo el mundo: “Todos los ejercicios son escalables”. De nuevo, el componente social es para Bellón uno de los puntos a favor más relevantes del CrossFit. Para él, entrenar grupo es “hacer piña”. El empresario habla sobre algunos de los contras del CrossFit: “El principal es la impaciencia, que es lo que produce las lesiones”. De hecho, cree que es el “único” y afirma con rotundidad que la supervisión lo es todo.
Sobre el paso a la competición amateur que dan muchos de los ‘crossfiteros’, Bellón aclara “que muchas veces es simplemente por echar un buen rato con los amigos, de viaje y haciendo lo que más te gusta”. Sin embargo, sí señala que hay un “5 o un 10%” de usuarios que descubren que tienen talento tanto físico como mental para competir a buen nivel. El promotor del Mecani asegura que la principal motivación se sustenta en la mejora física de la gente que practica deporte todos los días: “Hay gente que viene diciéndome que no era capaz de coger una taza de la balda de arriba”. Para Bellón, todo se resume en minimizar la cantidad de gente sedentaria.
War Horse CrossFit, entre Ciudad Real y Miguelturra
Elena Duque es la dueña -en sociedad con otro compañero- del único box de CrossFit de Miguelturra, War Horse. La cercanía con la capital hace que en sus instalaciones se mezclen residentes de ambas localidades. Esto fue importante en la decisión de montar el box a medio camino: “Pensamos que era mejor salirnos de Ciudad Real para no hacernos daño unos a otros”. La decisión se basó en que tanto ella como su socio conocieron el CrossFit y lo adoptaron “como forma de vida”. Duque explica que en el momento de proyectar el negocio ya había dos boxes en Ciudad Real y pensaron que el núcleo de Miguelturra les abría la puerta de los pueblos de alrededor como Almagro, Bolaños o Pozuelo sin perder la cercanía a la capital.
Su socio, Miguel Infante, conoció el CrossFit en Estados Unidos, la cuna de este método de entrenamiento. Duque, por otra parte, probó suerte en Madrid. “Estaba sola y no conocía mucha gente, sólo iba a trabajar y no socializaba mucho”, comenta. Ambos se conocieron en un box y enseguida tuvieron claro que este iba a ser su camino vital. Ella sí que destaca la parte de “familia” y “comunidad” como la clave principal del éxito del CrossFit. “Es infalible”, asegura. La unidad y los valores son primordiales en War Horse, y más allá de entrenar y llevar una vida saludable, lo importante es “hacer cosas juntos”.
Elena Duque es la única mujer empresaria y propietaria de un box de CrossFit en Ciudad Real hasta el momento. Cada vez hay más mujeres que lo practican y señala Duque que se debe “a romper la barrera del miedo que tenemos a entrenar fuerza”. Según la dueña de War Horse, las mujeres experimentan un cambio “brutal” físico y mental cuando empiezan a practicar CrossFit y lo achaca a la “mayor capacidad de sufrimiento” que tienen las mujeres. “CrossFit es mi pasión y mi vocación”, asegura.
War Horse se caracteriza según su promotora por “una atención totalmente personalizada” y tienen como objetivo reducir el principal perjuicio del CrossFit, las lesiones. Para Duque, “es la típica excusa, es lo fácil” y afirma que estar en el sofá sin hacer nada es mucho más lesivo. Ella ve normal el camino hacia la competición porque “todo el mundo quiere superarse y dar un paso más”. Y concluye tajante: “El CrossFit lo tiene todo”.
CrossFit Garden Hope, uno de los boxes más grandes de España y un nuevo modelo de negocio
Ciudad Real cuenta con uno de los boxes más grandes en metros cuadrados y servicios de toda España. El CrossFit Garden Hope fue creado por Jesús Martínez y otros dos socios en vistas del éxito rotundo del método. La decisión la toman porque “el CrossFit en la capital tiene un futuro muy prometedor”. El entrenamiento de alta intensidad, su corta duración y la supervisión suponen los tres factores clave de este método de entrenamiento para Martínez, quien señala la seriedad con la que se practica: “Aquí se viene a entrenar, ni siquiera hay espejos, y así el CrossFit te engancha”.
El sentimiento de pertenencia y de comunidad que se genera en torno al CrossFit se reitera en los motivos que desgrana el fundador de Garden Hope para intentar explicar el crecimiento “exponencial” de esta actividad. Además, Martínez explica que ellos lo tuvieron en cuenta a la hora de montar el negocio. Dentro de sus 4000 metros cuadrados de instalaciones, hay ludoteca, sala de fisioterapia, cafetería o una terraza de verano. “La gente cada vez tiene menos tiempo y si juntamos deporte y ocio conseguimos un servicio integral al que vienen familias completas”, señala el jefe del box Garden. Martínez detalla que son el único centro de la zona que da clases de CrossFit para niños, impartidas por un monitor titulado.
Su intención es crear un modelo de negocio totalmente “transversal” y que aproveche la influencia que tiene esta actividad en la vida de las personas más allá del deporte en sí mismo. En Garden Hope intentan encajar el “enganche social” que se produce entre los atletas ofreciéndole todos los servicios necesarios y canalizados a través de un estilo de vida saludable. Eso se consigue, según Martínez, “adecuando el CrossFit a todo el mundo, sean como sean”. La labor pedagógica de inculcar el espíritu de sacrificio y de disciplina es un pilar fundamental para él. “La supervisión es necesaria en cualquier ejercicio”, señala.
El propietario de Garden Hope cree que esta actividad seguirá creciendo en Ciudad Real y el boca a boca que se crea alrededor contribuye sustancialmente a ello. “Nuestros mejores comerciales son los propios usuarios”, afirma Martínez. Para él, su principal objetivo es ver la satisfacción de sus clientes. Su box tiene más de 500 socios y él comenta entre risas que algunos de ellos le transmiten que no han estado mejor físicamente en su vida, aunque asegura que no todos tienen “la misma visión sobre este mundo”.
CrossFit Ciudad Real, el pionero y uno de los referentes nacionales
Alfonso Chamorro montó CrossFit Ciudad Real hace más de 10 años. Por aquel entonces, casi nadie en la ciudad sabía lo que era el CrossFit ni en qué consistía ese método de entrenamiento, y ni mucho menos ningún ciudarrealeño podía imaginarse que una década después sería la opción predilecta para un amplio abanico de deportistas de la capital.
Cuando Chamorro decidió su apertura “eran ejercicios muy novedosos y atractivos”, por lo que enseguida se estableció como una nueva opción de entrenamiento. Asegura que entonces casi nadie había practicado entrenamientos gimnásticos o de halterofilia, dos de los ejercicios más comunes del CrossFit. “Cuando yo abrí esto, nos decían que era una cosa de locos”, afirma. Remarca que el camino se ha hecho con humildad y trabajo y siempre en busca del beneficio de un gran colectivo de personas invitándoles a llevar una vida saludable.
El pionero de este método en la ciudad lo tiene claro: “Ya no sólo se hace CrossFit en los boxes, hay centros de entrenamiento que tienen su lugar disponible para quien quiera realizarlo”. Chamorro cree que si el CrossFit se realiza con “la adecuada docencia” es válido para todo el mundo y resulta atractivo para iniciarse en una vida activa y saludable. Él es, además de promotor, el head coach del centro, por lo que toma las decisiones relativas a las pautas de entrenamiento: qué y cómo se va a trabajar. “Con estos ejercicios se mejora la resistencia cardiovascular y la fuerza”, comenta, y se muestra rotundo: “Los ejercicios de alta intensidad durante poca duración es mucho más beneficioso para el cuerpo”.
Chamorro cree que en CrossFit se encuentran personas de perfil parecido. “A veces te das cuenta que con tus amigos de siempre o tu familia no tienes nada que ver”, dice entre risas. Esta es la principal razón a la que él achaca la importancia del nexo de unión social que se crea en torno a la actividad. La coincidencia de gustos y la pasión por una vida saludable resultan fundamentales para entender la importancia de los lazos que se crean en CrossFit.
El propietario del box decano de Ciudad Real es además organizador de uno de los eventos competitivos de esta actividad: el Madrid CrossFit Championship. Hace dos años se celebró en la capital ciudarrealeña con el Quijote Arena como sede principal y una afluencia sin precedentes. Respecto a esto, Chamorro cree que competir es “un paso natural” y que el modelo de gimnasio tiene la capacidad de “mejorar tanto la capacidad física” del usuario que puede plantearse medir su nivel en competiciones internacionales “como puedes hacerlo en la San Silvestre Vallecana, en un ironman o en la maratón de Nueva York”.
Chamorro hace un llamamiento para que el CrossFit siga en auge: “Necesitamos más centros porque si hacemos las cosas bien, cada vez más gente querrá entrenar”. Asegura que el único objetivo debe ser reducir drásticamente la cantidad de gente sedentaria y cree que sigue habiendo más gente en los bares que haciendo deporte.
La letra pequeña del CrossFit. Salud, estética y lesiones.
Resulta interesante preguntar sobre el CrossFit a profesionales de la salud. Paco Segado, fisioterapeuta cree que dentro del boom de la salud y los cuidados hay dos vertientes: “Los que quieren tener una buena analítica y mejorar sus condiciones físicas y los que sólo miden el tema estético y el qué dirán”. Quizás la sobreexposición de las redes sociales es otros de los factores del éxito de la actividad física y del CrossFit en particular. Segado asegura que la pandemia ha sido fundamental y ha hecho “clic” en mucha gente: “Durante el Covid, una persona obesa, con malos marcadores cardiovasculares y vidas sedentarias tenían mucho peor pronóstico”.
Se muestra contrario a la opinión de muchas personas acerca de la actividad y las lesiones: “Difiero completamente porque de cada paciente que me viene de CrossFit me llegan 30 sedentarios”. Remarca que el CrossFit beneficia mucho más que perjudica, y algo que conjuga “alta intensidad y fuerza” no puede ser malo, aunque cree que lo estético “quizás tergiverse el objetivo”. Segado también cree que la lesión llega si no hay supervisión. Y deja en el aire una cuestión: “No sé si la gente hace tanto deporte por salud o por Instagram”.
Pepe Casas, fisioterapeuta y exjugador de balonmano, asegura que se ha “estigmatizado al CrossFit”. Señala que quizás lo peor de esta actividad es que “en clases de más de 8 o 10 personas se pierde la individualización y la vigilancia de la técnica”. Cree que la alta intensidad del método puede afectar en esa adaptabilidad necesaria para mejorar en la realización de los ejercicios.
Para Casas el CrossFit “no es más lesivo que el rugby, la halterofilia o el balonmano” y también cree que tiene más beneficios que contras. “También tendemos a compararnos con el de al lado y la impaciencia no es buena amiga”, comenta, respecto a ese factor competitivo que se crea en los boxes y que a veces supone una lesión.
Por otro lado, Javier Ortiz, preparador físico y entrenador personal, propietario de otro gimnasio de la ciudad enfocado en un método más individualizado, cree que el principal factor del CrossFit es el social: “Te engancha y eso es buenísimo”. Ortiz cree que “es el mismo entrenamiento para todo el mundo” y eso es un problema. Aunque también señala que eso “se ha mejorado muchísimo en los últimos tiempos”. A veces, hacer muchas repeticiones de un movimiento a mucha velocidad “no es lo ideal para el usuario”.
“El WOD es lo que hay”, asegura. Y sí, cree que el CrossFit es escalable, pero afirma que ellos tienen libertad para cambiar cualquier entrenamiento y eso se pierde con el método WOD del CrossFit. Ortiz remarca que lo importante es “hacer las cosas bien, muy bien” y comenta entre risas que en Ciudad Real “hay sitio para todos”, aunque reconoce no saber que se iba a abrir un quinto box de CrossFit en la ciudad y se ve sorprendido por el crecimiento de la actividad.
El futuro del CrossFit
CrossFit es sin duda una de las actividades deportivas de moda en la sociedad. El cúmulo de factores positivos y una adecuación positiva a la forma de vivir del individuo en la actualidad han propiciado que el modelo de negocio y de entrenamiento sea un éxito rotundo. Por el contrario, la impaciencia y la ocasional falta de supervisión pueden ocasionar el principal perjuicio del CrossFit: la lesión. Sin embargo, todos aseguran que es para todo el mundo y animan a cualquiera a participar de él, tanto deportiva como socialmente.
Ciudad Real tendrá 5 boxes de CrossFit preparados para acoger a cientos de socios. Incluso algunos apuestan por un modelo integral alrededor de la actividad. Los usuarios se ponen alarmas en los móviles cuando se desbloquean las clases para reservar toda la semana.Sólo el tiempo dirá si el CrossFit es solamente una moda o si verdaderamente se ha convertido en una forma de vida.
CrossFit x2
Son las 8 de la tarde. Julián ya ha terminado su jornada laboral en la universidad y una vez satisfechos sus quehaceres familiares, se dispone a ir de nuevo al box para entrenar la resistencia en la modalidad de Endurance. Su mujer también lo practica y a veces entrenan juntos. Asegura que se compaginan para llevar a su hija a las extraescolares y así poder disfrutar de un entrenamiento vespertino, porque para Julián, acabar el día entrenando en su box de CrossFit “es lo mejor que puede haber”.
Julián ya ha terminado una ronda al circuito de entrenamiento. La alarma sonará a las 5 de la madrugada, y vuelta a empezar, porque CrossFit va más allá del deporte: es un modo de vida.
