Los accidentes laborales siguen dejando cada año víctimas mortales. En el caso de Castilla-La Mancha fueron 24 los trabajadores que perdieron la vida en su puesto de trabajo, 2 de ellos mientras se desplazaban a sus centros laborales.
Del total, Ciudad Real registró tres fallecidos en siniestros laborales durante el último año, y se situó como la provincia con menos decesos en el conjunto de Castilla-La Mancha. Por contra, Cuenca fue el territorio con un mayor índice de víctimas, en concreto 8 fallecidos, mientras que Toledo fue segunda en este triste ranking, con un total de seis muertos.
Según datos del sindicato CCOO, cada día en la región se registra un accidente laboral con baja, mientras que en el peor de los casos, tres trabajadores pierden la vida en su puesto laboral de media al mes.
Precisamente, este 11 de enero, se registró la primera víctima mortal en accidente laboral en la región, falleciendo un trabajador de 40 años mientras se encontraba realizando sus labores en la subestación eléctrica de Picón, en el término municipal de Alcolea de Calatrava.
664 trabajadores murieron en 2023 en sus puestos
En el conjunto nacional, según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, 664 trabajadores fallecieron en accidente laboral en los once primeros meses de 2023, 106 menos que en igual periodo de 2022, lo que en términos relativos implica un descenso del 13,8%.
Durante el último año, también ha disminuido 0,5% los accidentes con baja laboral hasta noviembre en relación al mismo periodo de 2022, con un total de 581.524 siniestros, de los que 502.841 se produjeron en jornada de trabajo (-1,8%) y 78.683 accidentes se produjeron ‘in itinere’, con un avance interanual del 8,3%.
Según los datos de Trabajo, de los 664 trabajadores que perdieron la vida en un accidente laboral hasta noviembre, 70 eran trabajadores autónomos, un 7,9% menos que en los once primeros meses del año pasado.
Un infarto declarado como accidente laboral en Castilla-La Mancha
El pasado 18 de diciembre, Lanza se hizo eco de una sentencia en la que el juzgado de lo Social número 1 de Cuenca daba la razón a CCOO tras varias sentencias, en las que se pedía reconocer la muerte de un trabajador por infarto, tras recibir minutos antes la carta de despido en su casa, donde se encontraba de baja laboral.
Las sentencias estimaron las demandas presentadas por CCOO en nombre de la viuda y de los dos menores huérfanos del fallecido, determinando que la muerte “vino causada por contingencia profesional (accidente de trabajo)”; y no por la “contingencia común (enfermedad común)” inicialmente establecida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) como determinante del fallecimiento, según daba cuenta el sindicato en un comunicado.