Este proyecto, se propone un método para recuperar la biodiversidad en tres centros de producción del entorno de la Comunidad Autónoma y las colindantes (Andalucía y Castilla-La Mancha). Las explotaciones de roca ornamental, como las de Moratalla de La Molata y Piedra Nogal, se convierten así en refugio medioambiental para especies protegidas. Las zonas extractivas pueden transformarse con este sistema BioReStone en áreas de recuperación de ecosistemas.
A día de hoy, las canteras de recursos minerales exteriores, que tienen un gran impacto en el territorio, están obligadas a aplicar medidas de integración paisajística. Las canteras precisan desarrollar un plan de restauración que ha de ser aprobado por la administración.
El Centro Tecnológico del Mármol (CTM) de la Región de Murcia va más allá. Ha investigado y desarrollado medidas paliativas a fondo desde BioReStone. No tienen carácter simplemente estético. La novedad más relevante que aporta con el proyecto avalado por el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Fundación Biodiversidad, es que introduce criterios de lucha contra el cambio climático.
Esta acción innovadora tiene como objetivo conservar los diferentes entornos naturales, las especies de la zona y adaptar la actividad industrial.
También se trabaja en la prevención para que no se instalen especies invasoras. En caso de que ocurriese, se actúa para erradicarlas.
Las actuaciones regenerativas son muy importantes para compensar la explotación del terreno del que se extraen los materiales claves para la vida cotidiana de los ciudadanos y que están presentes en el 90 por ciento de su modo de vida (desde suelos y paredes, al teléfono móvil).
En el instrumento creado por BioReStone se agregan indicadores de biodiversidad cuantificables. Esto mide el impacto causado en el medioambiente por la actividad extractiva. Entre los objetivos también está recoger un conjunto de datos para tener un registro de la biodiversidad existente en las canteras de estudio incluidas en el proyecto BioReSTONE. Esta información puede utilizarse para actualizar los planes de restauración de las canteras.
El CTM se creó en 1996 como Asociación Empresarial de Investigación de ámbito nacional para ofrecer un enclave para la prestación regional de servicios necesarios para el desarrollo tecnológico y de empresas innovadoras en el sector del mármol y la piedra y, desde 2010, en el sector de la construcción.
Con este objetivo, el CTM lleva a cabo diferentes servicios tecnológicos y desarrolla proyectos de investigación, así como tareas de formación y divulgación, en un amplio abanico de áreas de conocimiento. Esto es posible gracias a su personal multidisciplinar y de alta cualificación: arquitectos, biólogos, químicos, ingenieros, geólogos e informáticos, con un número de trabajadores activos que actualmente asciende a 22.