El “vandalismo gratitero” en los trenes generó el año pasado un gasto de 330.000 euros a Renfe en Castilla-La Mancha, es decir, 912 euros diarios. Así lo ha confirmado la operadora de transporte ferroviario en nota de prensa, donde señala que este coste se deriva de la limpieza, aparte de la inversión en seguridad, tanto de personal como de otros sistemas tecnológicos.
Los grafiteros pintaron “cerca de 2.000 metros cuadrados de superficies de trenes” y se denunciaron 41 intrusiones en instalaciones de Renfe a lo largo de 2023. A nivel nacional, el número de intrusiones de grafiteros ascendió a 3.977, lo que supone una media de más de 11 actos vandálicos de este tipo al día. El coste en España para subsanar los cerca de 80.000 metros cuadrados de superficie de trenes pintados ascendió a “más de 25 millones de euros”.
Personal de seguridad abortó 1.194 incursiones en España
Renfe ha advertido que las personas usuarias sufren directamente las consecuencias de los trenes vandalizados con pintadas, a través de “retrasos y trenes suprimidos por carencia de visibilidad o grafitis en los elementos de seguridad de los trenes que impiden la circulación, frenazos de emergencia para pintar en medio de un trayecto o el olor de este producto químico que resulta muy molesto a los viajeros, entre otros”.
En Castilla-La Mancha, Renfe tuvo que emplear 400 horas en trabajos de limpieza, lo que supone, según ha señalado, “400 horas con trenes detenidos de forma no prevista”. A nivel nacional las cifras se multiplican: 15.000 horas de limpieza y, por tanto, las mismas de trenes detenidos.
La presencia de personal de seguridad abortó 1.194 incursiones y, como consecuencia de las actuaciones e investigaciones realizadas por el personal de seguridad de Renfe y por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se consiguió identificar y poner a disposición judicial a los autores de 124 grafitis.