Hoy ha iniciado su andadura la Galería de Arte LACAJA, un pequeño espacio expositivo dentro de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Antonio López de Tomelloso. LACAJA nace con la pretensión de ser una galería de arte especializada en promover la obra de jóvenes artistas plásticos e incentivar el coleccionismo de arte a precios moderados. La exposición que abre la temporada está centrada en el “Autorretrato frente a Selfie” y podrá verse desde hoy viernes hasta el 14 de enero.
Filomena Moreno profesora de fotografía ha explicado que “el espacio es muy pequeño pero es una forma de que los jóvenes artistas se empiecen a familiarizar con el mundo artístico y tengan la oportunidad de exponer lo que quieran. Hemos empezado con fotografía, pero está abierto a todas las disciplinas de la escuela como dibujo, ilustración, pintura, diseño…Se trata de ir adaptando el espacio a las propuestas que vayan surgiendo”.
Aunque el espacio es de reducidas dimensiones, “esta galería supone un primer paso para que los creadores puedan difundir, promocionar y vender su obra”, -explica la profesora-. En definitiva, una galería para pequeños artistas que algún día serán muy grandes.
La puesta de largo de la galería ha sido con la exposición “Autorretrato frentea Selfie”, “que viene a ser un poco una crítica a la cultura del selfie, a las redes sociales, a la banalización. Se trata de ir un poco más allá de lo que es el selfie”. La exposición está protagonizada por alumnos de fotografía y “a partir de ahora quien quiera exponer aquí, tendrá que contactar conmigo y así iremos organizando un calendario. Se trata de cada dos semanas ir cambiando de exposición”.
Las autoras de la exposición son Bruno Eleonora, Alba Moreno, Alba LS, Cora Lara, Cristina Fernández, Iona Coman, Ruth Marquina, Sandra Muñoz, Jade y Natrck. El espíritu y esencia de esta exposición queda muy bien reflejado en un manifiesto que aparece junto a las fotografías. “En el siglo XXI con la aparición de la tecnología digital y la incorporación de la cámara fotográfica al teléfono móvil, alargar el brazo y dirigir la cámara hacia nosotros mismos ya no es un acto de descubrimiento, ni siquiera un acto aislado, y mucho menos original, porque la moda del selfie invade las redes sociales y la imagen se banaliza por completo, perdiendo cualquier tipo de mensaje ajeno al narcisismo y la necesidad de mostrarse al mundo junto a millones de imágenes idénticas.
