La obra, el primer trabajo de Ediciones Andanzas, creada por Neyra y Almudena Hernández para dar a conocer el mundo de la danza, está dirigido a todos los aficionados y a jóvenes, pero sobre todo a los niños que quieran acercarse a esta bella disciplina.
Eva Neyra, que ha estudiado en Madrid con profesoras de la talla de Carmina Ocaña y Carmen Roche o con maestras muy importantes como Virgina Valero y Ana Baselga, lleva muchos años dando clase, pero hace dos años sintió la necesidad de crear una pequeña editorial junto a Almudena Hernández “porque vimos que era necesario hacer nuestros propios materiales para los alumnos y no tener que depender siempre de lo que nos llegue de importación, traducciones, etc. Empezamos con este libro de danza española para difundir lo que es una disciplina totalmente desconocida en España”.
Para la elaboración del libro han aprovechado las instalaciones del Conservatorio de Valladolid, “porque hemos trabajado allí las dos”, donde intentan explicar qué es la danza española con una información muy esencial.
Se trata de una obra abierta – para interesar a niños desde los 6 o 7 años – muy visual, con poco texto, párrafos muy cortos, destacados y fotos de niños “por lo que se verán muy reflejados en el libro”.
Con respecto a la danza, Eva Neyra habla con pasión de lo que supone esta actividad para el día a día de una persona como ella. “Aporta todo; conocimiento corporal, actividad física, define el cuerpo, nos moldea y nos permite entrar en el mundo de la música, al expresividad y el sentimiento. Pienso que la danza nos lo da todo”.
Sin embargo, con la misma intensidad y pasión que habla de la danza muestra su desencanto por el maltrato que recibe desde la administración. “Hay mucha dificultad para que la danza se valore por el desconocimiento que hay sobre ella”, dice Neyra que critica su situación en relación a los países del entorno.
“Estamos a un nivel que da un poco de vergüenza – explica -, pero por otro lado tenemos un nivel de profesorado muy bueno que permite a los alumnos acceder sin problemas a las escuelas de las grandes compañías de Francia, Italia, Alemania o Inglaterra”.
Critica que se programa poca danza en España ya que en los países antes mencionados cualquier ciudad del tamaño de Ciudad Real, por ejemplo, tiene un teatro con una compañía de danza estable, una orquesta estable y un coro estable. “Aquí seguimos como hace cien años, no hay interés por la cultura por parte de los políticos”, sentencia, para añadir que “nos cierran los centros y nos quitan las subvenciones”.