Navajas de hoja kilométrica se blandieron en la Plaza Mayor por parte de los guerrilleros españoles que hicieron frente, en el cuerpo a cuerpo, a las tropas francesas que, con bayonetas y espadas en la carga final, demostraron su supremacía desde la lejanía con una réplica de un cañón de seis libras cuyo atronador disparo de pólvora enmudeció y dejó secos a los presentes.
Las tropas napoleónicas y la resistencia española intercambiaron disparos de pistolas y mosquetes de avancarga, ante la atenta mirada de los ciudarrealeños que contemplaron la recreación que realizó La Partida de Francisquete de la localidad toledana de Camuñas de un enfrentamiento entre galos y la población local, que culminó con la victoria de las fuerzas del emperador Napoleón y el ajusticiamiento del pueblo en rebelión contrario a los invasores.
Previamente, en la recreación organizada por la local Asociación Batalla de Alarcos, con la colaboración de las asociaciones de Camuñas, la gaditana de Por la Resistencia de Algodonales y la jiennense Bailén por la Independencia, se proclamó desde los bajos de la Casa del Arco -Ayuntamiento de Ciudad Real en 1808- el Estado de Guerra contra Napoleón y se procedió a la lectura del histórico bando de los alcaldes de Móstoles del 2 de mayo de 1808, para representar el llamamiento a filas para dotar de efectivos a la Milicia Provincial de Ciudad Real, que dio paso al desfile hasta el Camarín de la Patrona de la ciudad para rogar su intercesión en el desarrollo de la contienda.
Medio centenar de personas de las cuatro asociaciones -la jiennense y gaditana como tropas napoleónicas y la toledana y ciudarrealeña como españoles no afrancesados- participaron este sábado en esta recreación que continuará el domingo, a las 11 horas, con la entrada triunfal de la milicia provincial por la Puerta de Toledo tras la victoria en Bailén y el desfile hasta la iglesia de la Merced, en cuya plaza será aclamada por el pueblo. Posteriormente y de nuevo en la Puerta de Toledo, se representará el último combate de la batalla de 1809 en la que ganaron los franceses, tras presentar una dura resistencia la Milicia provincial en la que participó el entonces cabo que luego llegó a ser general Espartero, natural de Granátula, explicó José Antonio Delgado, presidente de la Asociación de Recreación Histórica Batalla de Alarcos y que encarna este fin de semana en estos actos al coronel Miguel Ángel Jiménez Pedrero.
Un mayor conocimiento de la historia de la ciudad, así como impulsar sus alicientes turísticos, persigue esta recreación histórica que la Asociación Batalla de Alarcos quiere hacer todos los años en mayo, con la intención de contar la próxima edición, además de con los participantes actuales, con la asociación recreadora de Málaga y voluntarios de Madrid.