Cuenta la leyenda que hace 200 años dos hermanos ricos azucareros construyeron una torre a unos quince kilómetros de la ciudad cubana de Trinidad para “vigilar el trabajo de miles de esclavos” y que allí encerraron “de por vida” a la Niña Juana, amor compartido y origen de sus celos, “hasta que murió de pena”.
En esta leyenda está el origen de ‘La sombra de la torre Iznaga’, la primera obra de Benjamín Prado, natural de Alcolea de Calatrava y, según dice, “manchego por los cuatro costados”, que ha compartido este martes por la tarde su historia en el Museo López Villaseñor de Ciudad Real.

Los continuos viajes de Prado como operador de cámara y fotógrafo para una revista de pesca están detrás de su enlace con Cuba. En aquellos días llegó “a conocer las historias y las leyendas que están en la memoria del pueblo cubano”. Sin meterse en política, que nunca ha sido su “fuerte”, empatizó, sintonizó con los habitantes de la isla e hizo amigos “de toda clase social y cultural”.
La leyenda del Valle de los Ingenios
Fue así como llegó a sus oídos la popular leyenda del Valle de los Ingenios, que marcó una historia de amor de la que fue testigo y que hoy relata en su libro. Basada en hechos reales, ‘La sombra de la torre Iznaga’ cuenta la historia de Eduardo Pons, un barcelonés, casado y dueño de la revista ‘Embalse y río’ que, junto a dos compañeros, emprende un viaje a Cuba para grabar una película de pesca.

El mismo autor se pone en la piel de uno de los personajes, Luis Contreras, para contar en primera persona la historia de este español que 200 años después “se enamoró de una chica que es descendiente directa” de los protagonistas de la leyenda. El autor dice que es “una novela contemporánea, de fácil lectura”, y advierte que “no es un libro de amor”, aunque es lo que “mueve” al protagonista.
El amor, el desamor, el dinero, la santería y las profecías se mezclan en esta obra de 500 páginas que refleja la cultura del pueblo cubano, y que introduce personajes tan particulares como Rodolfo Pérez Martín, el ministro más carismático del gobierno de Fildel Castro y ex deportista de élite que guarda un pasado “oculto” muy ligado a Barcelona.
Prepara la segunda parte: ‘El regreso’
Las líneas que escribió Benjamín Prado Contreras en el año 2000, a finales de su segundo viaje a Cuba, y que están incluidas en este libro, no serán las primeras, pues ya prepara la segunda parte, ‘El regreso’, que pretende que salga a la luz a finales de este año. Está claro que, estar entre las personas que “en los días claros” han podido intuir la figura de la Niña Juana en la torre Iznaga, marca.
No es lo único que le une pues fue fundador de la ong Casal Cubá de Ripollet y Cerdanyola, en Barcelona, desde donde promovió la rehabilitación de un hospital como presidente. Incluso la Cruz Roja cubana le nombró miembro honorífico. Eso sí, enamorarse de la isla no le ha hecho olvidar su tierra, de ahí que la primera presentación del libro, que aunque salió en diciembre, ya va por la segunda edición, haya sido en Ciudad Real.
En la presentación ha estado el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, y la concejala de Turismo del Ayuntamiento de Ciudad Real, Cristina Galán.