Pilar Ballesteros De la Torre (Valdepeñas, 29/1/1976) es la madre del fútbol sala en Valdepeñas. La jugadora número 6. La sala de máquinas. El cerebro. No marca goles ni da títulos, pero se sabe la estrategia mejor que nadie; tanto la pizarra de Leo Herrera como el libro de cuentas. No se le escapa ningún detalle y, por eso, ha sido, es y será una pieza clave en la historia del fútbol sala en Valdepeñas.
No aprovecha la coyuntura de ser mujer para reivindicar su papel dentro de un deporte menos mediático que el fútbol. Tampoco lo pretende. De hecho, huye de los focos y de los micrófonos porque entiende que su trabajo está en la sombra. Y es que su amor por el club está casi a la altura de su marido, curiosamente, el presidente Luis Palencia. Por eso, tiene la suerte de compartir la pasión por un club que se ha ganado a pulso ser el espejo donde mirarse los humildes y modestos.
Hace un par de meses, el Viña Albali Valdepeñas subía a Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Y ha llegado para quedarse. 16 años ha tardado Valdepeñas en hacer realidad el sueño de un pueblo y de una afición que, si por algo destaca, no es solo por ser incondicional, sino por ser la mejor, por segundo año consecutivo, de toda la Segunda División.
Una mesa limpia y perfectamente ordenada es el escenario de una interesante entrevista. A pesar de su semblante serio y de ideas fijas, Pilar Ballesteros es una mujer metódica, eficaz y que busca constantemente el equilibrio entre la gestión empresarial y los sentimientos. Difícil tarea. De vez en cuando regala una sonrisa, pero a la hora de analizar su papel dentro del club recuerda una frase que le quedó grabada a fuego en el curso de la UCLM de ‘Experta universitaria en dirección de clubes de fútbol sala’ y que no es otra que “las manos agarradas al arado y un hilo en una estrella”.
Tras recoger hace un mes el Premio ‘Vino Blanco’ que otorga esta casa, Pilar Ballesteros, en nombre del Viña Albali Valdepeñas, agradece este reconocimiento. Y qué mejor manera que con una entrevista en la que analiza, explica y desgrana todos los secretos para que el fútbol sala de Valdepeñas haya llegado a la élite del fútbol sala nacional.
– Han pasado un par de meses desde que el FS Valdepeñas hiciera realidad el sueño del ascenso a Primera División. ¿Ha cambiado mucho la vida de este humilde club en apenas dos meses?
– No mucho En cuanto a trabajo, organización y estructura de club, seguimos los mismos y trabajando igual. Lo que sí ha cambiado es la cantidad de premios y reconocimientos que estamos recibiendo, cosa que me enorgullece y de los cuales estamos muy agradecidos.
– El caso es que los jugadores disfrutan de unas merecidas vacaciones, el cuerpo técnico planifica la nueva temporada, la secretaría técnica echa humo y ¿hay descanso para el presidente y la Junta Directiva?
– No, para nada. Ahora es la época de más trabajo en el club. Se junta el cierre de la temporada que acaba y el inicio de esta nueva, con todo el trabajo que conlleva.
Hay que planificar nueva temporada, no sólo a nivel deportivo, sino a nivel administrativo también, hay que preparar toda la documentación para la inscripción en la Liga Nacional de Fúbol Sala y cumplir con las exigencias que demanda junto con las económicas, y eso requiere de mucho trabajo. Además, también hay que gestionar la campaña de abonados, planificación administrativa de todos los equipos, licencias, pistas, etc.
– ¿Cuál es el día a día de Pilar Ballesteros?
Trabajo en el Ayuntamiento de Valdepeñas, por lo que mí día a día es trabajar por la mañana y las tardes se las dedico al club. Siempre que puedo, intento hacer algo de deporte, aunque es complicado porque siempre hay trabajo. Los fines de semana, durante la competición de liga, suelo viajar con el primer equipo y si jugamos en casa, me toca organizar el partido. Todo ello compaginando la vida familiar.
– No marcas goles, ni preparas la estrategia, pero ¿cuál es tu estrategia?
– El trabajo diario es el desarrollo de las líneas estratégicas marcadas por el club basado en los principios y valores de éste: superación, esfuerzo, humildad, fortaleza, pasión, trabajo en equipo, compromiso, responsabilidad, integridad. Todo ello con los pies en el suelo.
– En plena lucha por la igualdad de género, ¿te sientes considerada en un club y en un mundo menos mediático que el fútbol como es el fútbol sala?
– Sí, por supuesto que sí. El hecho de ser mujer no hace que sea inferior a cualquiera de mis compañeros de directiva. Todos somos iguales. Además, en este club también hay otra mujer en la directiva, Sonia. Y espero que, con el tiempo, incluso tengamos una parcela femenina.
– Con todos los respetos, el ser la mujer del presidente, tu hospitalidad con los jugadores, tu buena administración con las cuentas del club y tu amor al fútbol sala hacen que seas toda una madre para el FS Valdepeñas. ¿Lo sientes así?
– (Se ríe) Algunos dicen que soy la madre del club. Son 16 años en él; desde su fundación. No sé si me considero la madre o no, pero como una de los miembros fundadores de este proyecto, sí que lo considero mío y de mis compañeros de directiva que hemos luchado mucho para estar en Primera División.
– Porque aparte de ser miembro de la Junta Directiva del FS Valdepeñas eres miembro de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Tan solo Patricia García, del Elche CF, y tú sois miembros del organigrama que encabeza Javier Lozano. ¿Poca presencia femenina?
– Somos dos mujeres en la Junta Directiva y, además, pertenecemos a la Comisión de Ética, pero hay más mujeres en los clubes de la LNFS. Además, gran parte de la plantilla del personal de la LNFS está compuesta por mujeres con cargos de responsabilidad en sus áreas, por lo que creo que, desde la Liga Nacional de Fútbol Sala, sí se le da presencia a las mujeres.
– Haciendo realidad el sueño del ascenso a Primera División, ¿cuál es ahora el objetivo del club?
– A día de hoy, la permanencia y consolidación en esta categoría.
– Con la mejor afición de toda la liga, con un apoyo incondicional del Ayuntamiento de Valdepeñas y con un gran respaldo empresarial ganado a pulso sobre la pista, todo invita a soñar, pero ¿dónde está el techo de este club?
– Quien nos conoce, sabe que no tenemos techo. Por ahora, y como te he dicho antes, el objetivo es la permanencia y la consolidación del equipo en Primera División, tarea nada fácil. Pero con el apoyo del Ayuntamiento de Valdepeñas, las demás instituciones y empresas, la afición y el gran respaldo de Bodegas Félix Solís, nuestro nuevo sponsor, con su marca Viña Albali, ¿por qué no podemos soñar en aspirar a cotas mayores? El tiempo nos dirá…
Además, también trabajamos la base y la formación de la cantera en la búsqueda de valores de futuro. Contamos con un equipo en Tercera División y otro Juvenil, a parte de la Escuela Deportiva, y como te he dicho antes, con el tiempo tendremos un equipo femenino.
– Valdepeñas es mucho más que un club. ¿Se ha revalorizado la marca ‘Valdepeñas’?
– A Valdepeñas ya se le conoce en toda España por sus vinos, su cultura y sus gentes, y espero que nosotros estemos aportando nuestro granito de arena para que se conozca a través del fútbol sala y su afición; la Marea Azulona nos ha seguido en todos nuestros desplazamientos y va dando imagen de ciudad. Por cierto, este año y por tercera vez, nos han concedido el premio a la mejor afición de Segunda División.
– Por último, hagamos una breve e intensa ‘master class’ sobre cómo gestionar un club como lo llevas haciendo tanto tiempo. ¿Cuál es el secreto?
– Cuando hice el curso organizado por la LNFS y la UCLM de Experto universitario en dirección de clubes de Fútbol Sala, una de las frases que más me gustaron fue “las manos agarradas al arado y un hilo en una estrella”. Hay que buscar el equilibrio entre la gestión empresarial y la gestión de los sentimientos, ya que esta última es muy desequilibrante al influir los resultados deportivos y las expectativas e ilusión que se genera a nivel social, con los resultados económicos, comerciales y organizativos. Sobre todo, hay que tener los pies en el suelo y por su puesto rodearte de los mejores, tener un buen equipo de trabajo es fundamental, y que desde dentro se trabaje en la misma línea estratégica para poder comunicarla al exterior.
– Entonces, ¿es Valdepeñas un espejo en el que mirarse todos los clubes modestos?
– No sé si seremos un espejo en el que mirarse los clubes modestos, pero sí que hemos demostrado que un club modesto como el nuestro, haciendo las cosas como las hemos hecho, puede llegar a Primera División. Empezamos de la nada, nos caímos, nos levantamos, creímos en nosotros y, a base de trabajo y esfuerzo, pero, sobre todo, de sensatez a la hora de gestionar el club, ahora estamos en la élite de este deporte.
– Muchas gracias, Pilar. Ha sido un placer.
El placer es mío. Sólo daros las gracias por la entrevista a Lanza y, sobre todo, animar a todas las mujeres que les guste el deporte, a que formen parte de las juntas directivas de los clubes para ayudar en su gestión, ya que puedo asegurar que es una labor muy gratificante.
