AD MÉRIDA 1 |
FORMAC-VILLARRUBIA CF 3 |
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Curro Harillo; Tellado, Álex Jiménez, Del Castillo, M. A. Espinar, J. Gaspar, Dani Espinar (Obama, 59´), Javi Chino, Poley (Jesús Mena, 39´), H. Martínez y Santi Villa (Cristo, 59). | Samu; Carlos M, Algisi, Toni, Diego (Fran Minaya, 63´), Copete, Andriu, Arribas (Nacho, 87´), Julio de Dios, Fran Cortes (Ricardo, 68´)y Carlos García. |
ÁRBITRO Francisco Sáez Vital. Por el Mérida ningun amonestado. Por el Villarrubia fue expulsado con roja directa Toni (64´). |
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GOLES 0-1, (min. 15): Fran Cortés. 0-2 (m. 28): Nando Copete. 1-2 (65´): Gaspar, de falta directa. 1-3 (76´): Nando Copete. |
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la 7ª jornada de liga en la Segunda División B de fútbol, celebrado en el Estadio Romano de Mérida. |
Un Villarrubia serio, aprovechó los despistes defensivos del once romano y se llevó la primera sonrisa en el curso liguero ante uno de los históricos del balompié extremeño. Copete dobló las redes y fue uno de los revulsivos en el cuadro manchego.
Primera parte
El Mérida saltó al césped con el garrote a mano y mucho voltaje en sus argumentos. El primer mordisco llegó apenas en el primer minuto de juego en un remate de Dani Espinar tras pase de Gonzalo. Una sacudida que prolongó el ariete Miguel Ángel Espinar, pero sin fruto seguido de un centro chut de Gapar que casi cuesta un disgusto al meta visitante. Ambas centurias dejaron los corsés tácticos y adelantaron sus zagas (4-2-3-1 en los locales y defensa de cuatro azulina) cinco metros. Un mensaje que tuvo como denominador común, un alto voltaje en el juego y los corazones con altas frecuencias cardíacas. Se cumplía el primer cuarto de hora y designios del balompié. En el primer mensaje serio, en forma de saque desde la bandera, Diego izaba la bola y en el centro de la defensa, baile de piernas de la tapia y Fran Cortés agujereaba la red local. Un jarro de agua helada a las primeras de cambio y el horizonte abierto para los de Javier Sánchez. El cuadro manchego sintió en sus entrañas que no había nada que tapar ni esconder y se fue a cobrar el pescuezo del cuadro pecholata. Un temblor de piernas de Gonzalo en la salida del cuero brindó la opción brillante de Arribas de girarse sobre sus ejes musculares y desplegar un misil que reventó el travesaño (min. 18). Un susto que puso en la órbita del choque al Villarrubia y dejó en la escenografía a un Mérida que fue de mal en peor. Un tiro del ariete Miguel Ángel Espinar bien blocado por Samu en el hemisferio del primer episodio y poco más.
Los visitantes eran consciente del desplome mental de los locales en la cobertura de las marcas y pronto cobró la segunda oreja en el coso emeritense. Nando Copete aprovechaba un rechace de la zaga blanquinegra y su tiro ajustado a media altura se lo comía con todas las costuras y negativas consecuencias Curro Harillo. Una losa difícil de levantar y los nervios y ansiedad en las entrañas locales. Santi Amaro, míster local daba carrete a Jesús Mena a ver si arreglaba un poco el edificio resquebrajado pero sin fruto camino del agua intermedia.
Segunda parte
Se lavó la cara el Mérida tras el paso por los vestuarios ganando yardas pero sin ocasiones, la verdad. Un centro de Jesús Mena tapado sin pestañear por Samu y poco más. El once azulino seguía ordenado en la zaga y con todo atado y repasado hasta estas líneas. Santi Amaro viéndole las orejas al lobo manchego hizo una doble apuesta metiendo a Obama y Jesús Mena. Harillo provocó un temblor en las almas visitantes en un disparo que salió silbando el palo (min. 62). Apretaba motores el Mérida y un suspiro después, cantó bingo. Cristo se iba en velocidad y Toni le pateaba y veía una roja de libro. Al borde del área, Gaspar se frotó las botas y con precisión y lucidez quitó las telarañas de la red villarrubiense. El cuadro pecholata miraba de frente a los azulinos pero el enésimo baile defensivo blanquinegro hundió en el lodo a los de Santi Amaro. Nando Copete, con la caña presta, pescaba en las aguas turbulentas de la zaga romana y sellaba el tercero y definitivo rejón, el de la muerte de un Mérida que ya bregó en vano y no pudo hacer nada por evitar la primera sonrisa y victoria de los chicos de Javier Sánchez.