Javi Bermúdez está de vuelta. Once meses después de entrenar al Formac Villarrubia, el de Munguía vuelve al Grupo XVIII de Tercera División con un reto, cuando menos, complicado. No será la primera vez que Bermúdez trate de sacar a un equipo del pozo. Ya le ocurrió algo similar hace algunas temporadas cuando cogió las riendas del Villarrobledo con 7 puntos y terminó en la quinta posición al finalizar el campeonato. El reto que se le presenta al vasco es bien distinto; un equipo con 9 puntos, farolillo rojo de la tabla y con dos tercios de campeonato todavía por delante.
Será este martes cuando el ex del Villarrubia se ponga el mono de trabajo para dirigir a su nuevo equipo. “La verdad es que llego con ganas e ilusión, pero sobre todo, con ganas de trabajar porque el Almagro tiene que salvarse sí o sí”, explicaba el de Munguía. No promete espectáculo el bueno de Bermúdez ni reconoce tener ninguna varita mágica, sino que “vengo a poner trabajo, porque cuanto más se trabaja, más suerte se tiene. Toca reactivar a los chavales, que cojan confianza, que se olviden de los puntos y que se tomen esta nueva etapa como empezar de cero. Además, creo que con la ayuda de la afición del Manuel Trujillo, conseguiremos el objetivo”.
En cuanto a su equipo, Javier Bermúdez quiere tener una semana de contacto, de saber lo que tiene y de ver las necesidades reales que pueda tener el equipo. No obstante, sobre el guión, “hay mimbres para sacar la situación adelante y son ellos los que lo van a sacar. Yo trataré de darles las herramientas, pero al fin y al cabo son ellos los que defienden y los que marcan goles”.
Ante esta situación, el Almagro volverá a los entrenamientos este martes con la mirada puesta en el Mora para volver a la senda del triunfo después de empatar en el Cerrú ante el Calvo Sotelo.
Por último, hablando de la categoría, Javi Bermúdez comentaba que “he visto partidos de la categoría. El Socuéllamos va por encima del resto y creo que quedará campeón. Luego hay equipos como Villarrobledo, Villarrubia, La Roda, Atlético Albacete, y quizá Ibañés y Toledo, que lucharán por estar ahí arriba. En definitiva, creo que va a haber una liga de los de arriba y luego otra de diez o doce equipos que lucharemos por la salvación”.