El Socuéllamos llega más desahogado al derbi a como pintaba a priori, después de una gran victoria que se hacía esperar y debió llegar antes por los méritos del equipo. De igual modo los ve su entrenador, Manolo Martínez.
“Es lo que pensábamos todos pero los méritos en el fútbol no siempre van alineados con el resultado, había que saber convivir con ello y no bajar los brazos, seguir peleando y trabajando igual, hacerlo en campo tan difícil como el de Melilla doble ración de moral para el equipo” argumentaba el técnico azulón, que también destacaba la importancia de este derbi tan especial, que no se daba en la provincia de Ciudad Real en esta categoría desde 1993 cuando lo disputaran Tomelloso y Valdepeñas. “Son muchos años, ya tocaba y a disfrutarlo dentro de las medidas que haya que ahora la pasión cuesta más de percibirla, sin públicos estos derbis no dejan de estar un poco descafeinados en lo que es el ambiente externo, intentaremos darle colorido desde dentro y que no pasen tantas temporadas sin que se vuelvan a repetir. Ojalá el año que viene los dos equipos podamos seguir repitiéndolo”.
Este sábado en el Nuevo Campo de Villarrubia de los Ojos se medirán dos equipos de perfil y potencial parecido, por lo que se presenta un partido de pronóstico incierto.
“Somos dos equipos que tienen un objetivo similar que es mantener la categoría, seremos de los dos o tres presupuestos más bajos del grupo, no quita que con toda la humildad del mundo queramos plantarle cara a cualquier equipo del grupo como se está demostrando. El Villarrubia fue capaz de empatar en un campo tan complicado de un recién descendido de Segunda como Extremadura y nosotros de ganar en Melilla o empatar con el Badajoz. Villarrubia el año pasado estuvo ahí e hizo un magnífico papel y es el espejo en el que mirarnos en muchos aspectos y no nos duelen prendas en decirlo porque es reconocer el trabajo que se ha hecho en ese club y a nosotros en este primer año que regresamos a Segunda B nos gustaría repetir un poco el papel que hicieron ellos. Luego el partido cada uno intentará ganarlo con sus armas y su planteamiento pero sí que somos dos clubes llamados a pelear por lo mismo”.
Puede que el Socuéllamos, tras su victoria en Melilla, y por aquello de jugar a domicilio, llegue a la cita menos exigido a pesar de que el Villarrubia se encuentra tres puntos por encima.
“Esas lecturas no son de los técnicos, poco nos paramos a pensar quién está más necesitado de los puntos, se puede poner a debate pero no es significativo a la hora de preparar un partido, los dos lo prepararemos para ganarlo y en cuanto a necesidad estamos tres puntos por debajo, cualquier lectura es viable, ellos también vienen de ganar fuera de casa que no es fácil y la necesidad para los dos es de ganar y eso intentaremos los dos equipos” respondía Manolo Martínez, que disputará el único partido fuera de casa donde más cómodos podrán encontrarse, además de por la cercanía, por la superficie de césped artificial, similar a la del Paquito Giménez.
“El césped natural para nosotros supone una adaptación, sobre todo en los primeros minutos, en este caso, y siendo de dimensiones similares, nos encontraremos más cómodos”.
Para concluir, el técnico hacía la siguiente valoración de su rival: “Es muy buen equipo, compensado, nos conocemos bastante bien los dos equipos, sobre todo en casa su propuesta es intentar dominar y llevar el mando del partido, tiene jugadores con muchísima calidad, jugadores verticales por banda, tiene muchas cosas y se ha hecho un buen trabajo desde el mercado al que uno puede acceder, puede ganar a cualquiera, para nosotros es un rival muy difícil. Esas virtudes que sabemos que las tienen tenemos que intentar neutralizarlas y a partir de ahí puedan aparecer las del Socuéllamos y que tengamos opciones de ganar el partido”.
Iker Berruezo, operado de menisco
Noticia que se puede considerar como positiva pues el central navarro, que todavía no ha podido debutar con el equipo en partido oficial, estará en torno a dos meses de baja después de someterse a una artroscopia que finalmente descartaba el peor de los pronósticos y no se perderá la temporada al no tener rotura de los ligamentos de su rodilla, sino del menisco, por lo que finalmente las predicciones más negativas no se cumplirán para fortuna del jugador y del equipo.
Lo peor ha sido el tiempo que ha transcurrido hasta que finalmente se ha podido llegar a la solución definitiva de una lesión que se viene arrastrando desde la pretemporada.