El CF La Solana perdió ante el Torrijos (0-1) en el peor momento posible, en la ‘final’ por excelencia, para uno y para otro, y no sale del descenso directo.
Los toledanos acabaron asaltando La Moheda precisamente cuando pintaban bastos para ellos. La expulsión de su central Ambro nada más arrancar el segundo tiempo acabó siendo un lastre para los amarillos, incapaces de saber cómo jugar en superioridad. Hubo opciones de haber marcado, pero los visitantes no se comieron el pan a traición porque percutieron con mucho peligro durante todo el segundo tiempo, con un Bamba estelar. El solitario gol de De Prada dejó en evidencia a una defensa que exhibió cualquier cosa excepto contundencia. De esos polvos, estos lodos.
En deuda con la afición
Como reconocía Juan Carlos Peñalver al término del choque, los minutos finales del partido fueron un querer y no poder. Los recambios ayudaron poco y el partido se iba de las manos, como así fue. “Estamos jodidos”, decía el técnico solanero ante la prensa. Es más, pedía disculpas a la afición, que volvió a acudir en masa a La Moheda y apretó lo que pudo. “Hoy la afición ha estado por encima del equipo y le debemos una”. La parte positiva es que el equipo sigue dependiendo de sí mismo. La zona de permanencia está a tiro de piedra y aún quedan ocho partidos por delante. ¿La solución? “Para empezar, ganar en Tomelloso”. No queda otra.