¿Estás pensando en iniciar un negocio? En ese caso, es probable que necesites financiación. En este artículo, encontrarás las mejores claves acerca de cómo obtener la financiación que necesitas para dar los primeros pasos en tu negocio.
Formas de financiar un negocio
A la hora de financiar un negocio tienes una buena cantidad de opciones. En este primer apartado vamos a detallártelos y, posteriormente, nos centraremos en uno de estos métodos (porque es sobre el que menos información hay online).
En primer lugar, tenemos la opción de acudir a nuestro ahorro o a los ahorros de familiares y amigos. Esta opción es, sin duda, la que menos riesgo tiene para ti, porque, si el negocio no sale bien, solo perderás el dinero, pero no tendrás que hacer frente a ninguna deuda (bueno, con tus amigos y familiares, pero eso se puede devolver poco a poco).
El problema de este tipo de financiación es que no puedes conseguir cantidades especialmente grandes, porque tus amigos y familiares rara vez tendrán grandes cantidades de dinero disponibles. Eso hay que tenerlo en cuenta.
En segundo lugar, tienes la opción de acudir al crowdfunding. La ventaja del crowdfunding es que la gente es bastante consciente de que lo que hace es invertir con un riesgo bastante elevado, así que, si tu negocio fracasa, no tienes demasiados problemas frente a tus acreedores.
Por otro lado, la desventaja del crowdfunding es que tienes que convencer a muchas personas para conseguir una financiación más o menos aceptable. Lo que podrías conseguir con un solo banco, en el crowdfunding puede que necesites a cientos de personas.
En tercer lugar, está la opción de acudir a los préstamos bancarios. Lógicamente, es la opción más clásica. Te permite conseguir una buena cantidad de dinero y a unos intereses aceptables. El mayor problema es que necesitas una serie de avales que no siempre son fáciles de conseguir.
Por último, tienes los créditos rápidos gratis. Y quien dice gratis, dice sin intereses. Este tipo de préstamos se encuentran dentro de los llamados minicréditos. Y de las ventajas de este tipo de créditos vamos a hablar en el siguiente apartado.
Las ventajas de los préstamos rápidos
Ahora, veamos cuáles son las ventajas de esos minicréditos y préstamos sin nómina ni ASNEF. Como verás, este tipo de créditos tienen una buena cantidad de ventajas (aunque también algún que otro punto negativo… ¡como todo en esta vida!).
Lo primero que hay que señalar acerca de los préstamos rápidos es que, como su nombre indica, están pensados para que cualquier persona pueda conseguir financiación para sus proyectos de forma rápida y sencilla.
Entre las ventajas principales de este tipo de créditos encontramos el hecho de que no hace falta avales, ni nóminas, ni ningún tipo de credencial que demuestre tu capacidad para devolver el dinero.
Simplemente, pides tu crédito rápido y en tiempo récord lo tienes disponible. Esto, lógicamente, da una gran comodidad a esas personas que necesitan dinero rápido y no pueden ofrecer garantías de que vayan a poder devolver ese dinero (pese a que esa sea su intención).
Por supuesto, esto tiene algunos aspectos negativos asociados, como no podía ser de otro modo. Así, nos encontramos con que un minicrédito a menudo tiene unos intereses muy superiores a los habituales en cualquier otro tipo de préstamo.
Ese es el primer problema que encontramos asociados a los préstamos rápidos. El segundo problema que encontramos respecto a este tipo de préstamos es que no es posible adquirir una gran cantidad de dinero.
Generalmente, este tipo de préstamos rápidos llegan hasta los 6000 euros como muchísimo (algunas empresas tan solo llegan hasta los 2000 euros). Por lo tanto, si lo que quieres es montar un gran negocio y necesitas más financiación, puede que esta no sea la mejor opción.
Sin embargo, si no necesitas una cantidad muy elevada de dinero, sí puede que te resulte útil apostar por esta vía de financiación. Todo lo que tienes que asegurarte de comprobar es que los intereses a los que tendrás que hacer frente compensan y son viables en tu modelo de negocio.
¿Para qué tipo de negocio pedir un minicrédito?
Ahora bien, ¿para qué tipo de negocios conviene pedir préstamos online rápidos? Porque este tipo de créditos no son recomendables para cualquier tipo de negocio. Vamos a ver ahora para qué tipo de negocio puede resultarte interesante.
Este tipo de minicréditos nacieron con el objetivo de ayudar a personas que tenían un negocio en mente y que podía ser rentable desde casi el principio. Es decir, un negocio que tenía más de autónomo que de startup, por decirlo de algún modo.
Si tu objetivo es montar una empresa y planeas que los beneficios no lleguen hasta pasados un año o dos, entonces es posible que apostar por un minicrédito no sea la mejor opción posible.
Sin embargo, una persona que estuviera en un negocio de fontanería, jardinería o relacionado con la electricidad, y se hubiese quedado en paro, pero conociendo a una buena cantidad de potenciales clientes, sí podría acudir a uno de estos minicréditos.
¿Por qué? Por la sencilla razón de que lo que necesita esta persona solo es algo de dinero para comprar las herramientas y utensilios necesarios para desarrollar su trabajo y empezar a ganar dinero prestando un servicio.
Es decir, podrá devolver en poco tiempo el dinero que reciba en el préstamo, y el coste de esa financiación podrá asumirlo con bastante facilidad. Y eso es lo que tanto el que contrae el préstamo como el que lo da deberían buscar siempre.
Como puedes ver, obtener la financiación que necesitas para tu negocio es algo más sencillo de lo que podría parecer en un primer momento. Lo único que necesitas es ver cuál es la mejor opción de financiación para tu caso concreto (cada negocio es un mundo, y cada uno necesita su tipo de financiación).
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