“Hasta que no se dictamine en un juicio si soy culpable no voy a dimitir; yo tengo claro que soy inocente. Aquí se ha podido meter la pata, pero no la mano”. Así de contundente se muestra el alcalde de Puebla de Don Rodrigo, el socialista Venancio Rincón, al que la fiscalía provincial atribuye un presunto delito de prevaricación por las obras del velatorio municipal de esa localidad, que promovió y pagó el Ayuntamiento con subvenciones públicas hace unos años.
“El velatorio se hizo como siempre se habían ejecutado este tipo de obras, para intentar dar trabajo a la gente y a las personas del pueblo, con planes de empleo, y lo poco que se externalizó lo hicieron empresas de aquí”, ha explicado.
En los años 2014 y 2015, su primer mandato
La obra, que llegó a los tribunales por una denuncia del partido político X Puebla el año pasado se acometió entre los años 2014 y 2015: “Era una necesidad para la población, teníamos pocos recursos municipales por los recortes y se fue haciendo como se pudo, ¿qué se tenía que hacer licitado todo?, yo creo que no, en cualquier caso siempre pensé en el beneficio para la gente de mi pueblo”.
Investigado “por unos papeles”
Rincón, para el que la fiscalía pide ocho años de inhabilitación para cargo público, cree exagerada esta calificación y le parece una contradicción que “haya personas que estén robando y a un pobre alcalde de pueblo lo procesen porque falten unos papeles”.
Por este caso –la imputación se conoció ayer y no hay fecha de juicio-, la secretaria de Organización de Podemos en Castilla-La Mancha, María Díaz ha pedido la dimisión de este alcalde, muy conocido como presidente de la plataforma de la N-430 que pide el desdoblamiento de esa carretera, la más peligrosa de la provincia.
En declaraciones a Lanzadigital.com Rincón asegura que cuenta tanto con el apoyo del Partido Socialista como del pueblo, “que sabe que yo no me he beneficiado personalmente de esa obra”.
