En el monasterio de la Victoria de El Puerto de Sata María de Alcázar de San Juan, Antonio Leal ha presentado la conferencia: “El Quijote como filosofía de marketing del siglo XXI”, dentro de las actividades propuestas por la Academia Santa Lucía de la que es académico.
En la apertura del acto, a cargo de Gonzalo Díaz-Arbolí, también académico, se presentó a Antonio Leal destacando su enorme compromiso con los colectivos más desfavorecidos, habiendo recibido el Premio Eolo como reconocimiento a su trabajo con personas con discapacidades físicas, sensoriales y mentales. Sus tesis doctorales han contribuido a aportar herramientas de marketing para el colectivo de familiares de esquizofrénicos y paliar el suicidio en la población joven. Hijo Predilecto y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.
Antes de tomar la palabra Antonio Leal, sonó el tercer movimiento de la novena sinfonía de Beethoven que representa la lucha contra la adversidad, el dolor, el sufrimiento: una confianza ilimitada en las posibilidades del ser humano.
Y ya metido de lleno en su conferencia, Leal Jiménez ha hecho hincapié en el aspecto humanista y de los valores aprendidos en la obra de Cervantes y afirmó que el Quijote se paladea de forma diferente según la edad con la que uno lo lea y cuando más se disfruta es cuando ya tienes cierta madurez y vivencias.
¿Qué tiene que ver el Quijote con el Marketing del siglo XXI? ¿Puede tener algo en común don Quijote con el Marketing actual? y ¿Es posible pensar que el mundo de los sueños puede relacionarse con los sistemas empresariales?
Estas tres preguntas que él mismo se ha formulado, han resultado como hilo conductor de la conferencia, asegurando que en las tres preguntas la respuesta es afirmativa, pasando a hilvanar de forma magistral el contenido de su exposición.
Leal ha cerrado la conferencia exhortando a los presentes a leer, releer y practicar el Quijote, confesando que cada vez que vuelve a las páginas del Quijote le hacen “renovar su fe en los hombres que se atreven a soñar y no sólo eso, sino que con su lectura se permite construir nuevas ilusiones personales porque siempre hay una aventura que nos está esperando”.
“No se necesita una varita mágica para cambiar las cosas, dentro de nosotros mismos yace la magia que nos impulsa a hacer grandes cosas”.