La localidad de Anchuras, enclave administrativamente dependiente de la provincia de Ciudad Real ubicado en la provincia de Toledo, frontera con ambas provincias y con las dos extremeñas, algo más de 150 habitantes entre el núcleo central y las cuatro pedanías, ha quedado libre del coronavirus.
Su alcalde, Santiago Martín, en declaraciones a Lanzadigital.com, confirma que no ha habido ningún caso positivo “que sepamos”. “En los pueblos –añade- se lleva bien la situación, la gente mayor es la que más se ha confinado”.
El resto de la población, explica, se dedica a la agricultura y “tiene que salir a hacer sus trabajos del campo, es algo que se podía hacer y se ha estado haciendo”. En todo caso, el confinamiento “se ha notado, hay gente mayor que no ha salido hasta ahora”.
Medidas
Además de la desinfección de las calles y la entrega de mascarillas a la población, Martín señala que una de las medidas que tomó desde el primer momento fue la prohibición de la venta ambulante en el pueblo. Según explica “yo entendía que cuanto más movimiento hubiera de gente más peligro habría.
El alcalde recuerda que “venía mucha gente” y señala que, al final, en el pueblo hay una tienda y el pan lo trae una panadería de fuera, “por lo que decidí cortar la llegada de gente”.
Para surtir a los anejos, añade, se llegó a un acuerdo con el dueño de la tienda para que se les hicieran los encargos y él se los llevaba.
Poco movimiento de fuera
Por otro lado, Martín, además de cortar la llegada de vendedores ambulantes, señala que ha llegado poca gente de fuera, como ha ocurrido en otras localidades de la zona de los Montes Nortes y Cabañeros.
“Aquí, a las gentes de las fincas que hay en el entorno les pilló aquí, no sé si lo sabían y se han pasado todo el confinamiento en las fincas”, comenta. “Al pueblo –agrega- han venido a comprar lo necesario, cada semana, cada diez días o así”.
Respeto de la distancias
Martín señala que, en la tienda, la gente ha respetado la distancia de seguridad y, en este sentido, cree que la cosa se ha hecho bien y “fruto de ello es que no hay ningún caso y cuando se ha visto a alguien extraño, rápidamente, se nos ha llamado”.
“El último caso –recuerda- ha sido que vino uno de los ambulantes dijo que creía que ya se podía vender. Se le dijo que no se podía y no hubo ningún problema”.
En este tema, Martín indica que va a intentar aguantar esta semana con la prohibición y que “luego ya veré la manera en la que lo vamos a hacer con el mercadillo”.
Con respecto al suministro de mascarillas, Martín cuenta que la Diputación les ha surtido, así como pueblos del entorno del Parque Nacional de Cabañeros y, además, se consiguió material y se han cosido en el propio pueblo.
Ahora, resume, también el Ayuntamiento está comprando y a ello hay que sumar algunas donaciones que se les han hecho, lo que ha permitido entregar mascarillas a toda la población y, ahora, señala “estamos dando también mascarillas a los críos y vamos a repartir también por todas las casas, además de hidrogeles, que también le vamos a dar a todo el mundo”.
Ayuntamiento
El Ayuntamiento, indica el alcalde, está cerrado al público y se atiende telefónicamente y telemáticamente. “Ahora ya nos plantearemos cómo lo vamos a hace, si vamos a empezar a abrir al público estableciendo un orden”, remarca.
“Todavía no, porque se puede funcionar así sin ningún problema, los problemas son menores al ser pocos y, en todo caso, nos conocemos todos y aquí eres alcalde las 24 horas del día”, asegura.
“Ahora mismo me planeaban que necesitaban pienso y que si podía ir a Talavera de la Reina a comprarlo y les he dicho que haría la consulta y les diría algo”, concluye.