El Carnaval en la comarca de la comarca de Puertollano también tiene agrupaciones que se mueven por toda la provincia. Es el caso de la Agrupación Infantil del colegio Virgen del Socorro de Argamasilla de Calatrava que el pasado año fue la única de estas características que participó en el Domingo de Piñata de Ciudad Real. Se llevó un premio por su participación en el mismo, lo que sin duda le hará repetir apostando, una vez más, por sus coloridos disfraces. Son ya varios años que estos carnavaleros se desplazan hasta Ciudad Real para participar en este desfile donde en las últimas ocasiones han visto reconocido su trabajo.
Mari Carmen Fernández, uno de los componentes de esta agrupación de carnaval vinculada al colegio Virgen del Socorro de Argamasilla de Calatrava, explicaba que en esta semana de Carnaval se recorren localidades como Ciudad Real, Miguelturra, Argamasilla de Calatrava, Torralba de Calatrava o Poblete, por citar algunos de los desfiles en los que estarán presentes, siempre con el ánimo de hacerlo lo mejor posible y de agradar al público que asiste a los mismos. La alegría e ilusión está presente en esta semana al igual que en los meses previos en los que se pone en marcha cada uno de estos disfraces para darle forma, la que se verá en estos próximos días.
En total son unos setenta componentes, entre niños y niñas de varias edades, padres y madres, así como antiguos alumnos que siguen participando en esta agrupación por su gran vinculación con esta fiesta. “Este año hay algunos pequeños de infantil que incluso saldrán en sus carros”, explica Mari Carmen, quien además avanza que el disfraz de este año será de mariposas con un gran colorido, viveza, alegría, de lo más llamativo, con mucho brillo y pensando en cada uno de los pequeños detalles. Bajo el lema “El vuelo de las mariposas” disfrutarán de estos días de lentejuelas, tocados, pamelas, prisas y alegrías. El pasado año la temática que protagonizaban los disfraces de esta agrupación carnavalera rabanera giraba alrededor de los unicornios.
“Siempre lleva alguna fantasía”, dice Mari Carmen, una de las personas que se adentra en el diseño de los disfraces, porque siempre llama mucho la atención cuando estás desfilando y sobre todo cuando refleja el sol en los disfraces, en las purpurinas y los brillos resulta mucho más llamativo y alegre. Todos llevan esta misma temática, las mariposas, pero cada uno de ellos sobre una variedad distinta. En algunos trajes predominan los colores negros y anaranjados, en otros son más coloristas y floridos con los azules, amarillos, rosas o verdes. Siempre existe algún disfraz que es mucho más llamativo que el resto para dar ese toque diferente y evitar la monotonía en los desfiles, llamando así la atención del público asistente. Una amplia gama de disfraces para ser el foco de atención del público asistente a estos desfiles.
Muchas horas de trabajo
Pero hasta llegar hasta semana de Carnaval hay detrás mucho trabajo y horas de ensayo que de otro modo no haría posible ver las puestas en escena, maquillajes o elaborados disfraces desfilar por las calles de las localidades. Esta agrupación lleva ya varios meses trabajando en los disfraces, unas tres horas diarias por las tardes en una de las aulas que el propio colegio Virgen del Socorro les cede para que puedan trabajar. “Somos como un hormiguero, unas van y otras vienen, dos mamás que son modistas son las que se encargan de hacer los patrones, cortar, otras que saben coser hacen también lo suyo y las que nos gusta coser nos tiramos más a las manualidades, nos vamos encargando de todo esto para adelantar otros trabajos que no son tanto de aguja y dedal, y siempre están las cabezas pensantes”, explican Mari Carmen.
El buen clima se respira en la sala de costura y trabajo del colegio Virgen del Socorro, con la ayuda mutua entre ellas. Unas se encargan de un trabajo, otros de hacer las pruebas, los consejos entre amigas para poder realizar los disfraces todos de la misma manera y de la mejor forma posible se suceden en este lugar.
Junto a los disfraces propiamente dichos también cabe resaltar los elaborados maquillajes que todos los componentes siempre llevan en sus rostros. “Cada uno va a aportando sus ideas y procuramos que no sea muy complicado para poder buscar algo que no sea excesivamente difícil, porque los maquillajes se suelen hacer en casa cada uno el suyo, siempre hay alguien que tiene más mano e intenta ayudar a quien lo necesita”.
Cada uno de estos disfraces suele tener un precio final de unos sesenta euros que cada uno paga de su bolsillo para así poder participar en estos desfiles. Si hay premios siempre se podrá pagar algo, por ejemplo, el alquiler de los equipos de música que llevan en los desfiles o parte del decorado de la pequeña carroza que también va junto a esta agrupación, “por cierto este año llevamos a una chica arriba para dar mayor vistosidad”, además de la gasolina del transporte de toda la agrupación. Si finalmente queda alguna cuantía económica servirá para hacer “un campo o una fiesta para los niños que al final también necesitan pasárselo bien”, apunta Mari Carmen.
Sin embargo, lo que sí está de acuerdo es que “nos lo pasamos muy bien, me gusta el Carnaval, las risas que nos echamos, también hay enfados cuando estamos preparando y no salen las cosas como pensamos, pero después está la satisfacción de ver cómo ha salido y ha quedado, que ha merecido la pena, esa es nuestra recompensa”, apunta Mari Carmen.
El aliciente de los premios
Los premios, sin duda, son un aliciente para estas agrupaciones para seguir superándose año tras año y un reconocimiento al esfuerzo realizado, “siempre es una recompensa y ver que el trabajo ha merecido la pena”, pero si no hay premio queda también la satisfacción de haber compartido este tiempo junto al resto del grupo y haber vivido una nueva experiencia de carnaval.
En estos días ya llegan los nervios, el tiempo se agota y el trabajo se prolonga por lo que surgen las prisas para poder llegar a tiempo y tener el disfraz preparado con todos los materiales que se requieren, “muchas veces cuando hacemos los encargos empiezan a retrasarse la llegada de los mismos y eso también hace que luego tengamos premura de tiempo”, justifica Mari Carmen, aunque siempre con una sonrisa porque vivir el Carnaval es vivir la fiesta y la alegría.
Una vez que se realiza el último ensayo hay que estar dispuesto a darlo todo en el primer desfile que se realice, los siguientes ya van más sobre ruedas. La música de Carnaval llega al corazón de estas agrupaciones para darlo todo en estos desfiles y hacer de esta fiesta un atractivo para que la población salga a la calle.
El Carnaval siempre se disfruta cuando se tiene alma carnavalera y una vez que estas agrupaciones inician su labor los años van pasando y los disfraces se van sucediendo porque, a pesar del cansancio acumulado a lo largo de esta semana, también en los niños más pequeños, al final les queda el buen sabor de boca de la buena crítica, del reconocimiento del público y de las experiencias vividas un año más.
