El sistema prostitucional en España es uno de los más sólidos del entorno europeo por el conjunto de cuatro actores que convierten al país “en un estado proxeneta”. Así de crudas han sido las manifestaciones a este digital de Gabriela Atencio, directora de Feminicidio.net, antes de participar en las IV Jornadas sobre Prostitución y Trata que se están celebrando en Ciudad Real este martes.
La activista de origen argentino, defensora de la abolición, ha desmontado el funcionamiento de un fenómeno que vulnera los derechos fundamentales de miles de mujeres y niñas, y cuyo engranaje, perfectamente engrasado, está ‘normalizado’ por la ciudadanía en general.
Hay cuatro agentes activos que garantizan la industria sexual: las prostituidas, los puteros, los proxenetas y la sociedad.
Las víctimas son las más lastradas, en opinión de Atencio, porque están en el imaginario colectivo con los iconos de los zapatos de tacón y la minifalda, “incluso con un toque romántico al estilo de Pretty Woman”. Pero la realidad es totalmente dramática: son violentadas sistemáticamente y sufren una “una barbarie” que les deja secuelas síquicas (a veces físicas) durante años. “No sólo tienen que soportar el pago por una veintena de violaciones al día, sino otra serie de torturas como la alineación, el control de la alimentación, la gestión del espacio (duermen donde reciben a los hombres) y las adicciones provocadas”. En conjunto, desarrollan “unos trastornos en su salud equivalentes, según algunos estudios, a los que sufren los veteranos de guerra”.
Aprenden a “disociar para sobrevivir” y las que superan los sometimientos sufren “trastornos del sueño o de alimentación”, incluso algunas supervivientes han sido internadas “por el grado de dolor y sufrimiento que tienen”.
Porsu parte, “el putero es el que provoca que funcione la prostitución”, porque “si no existiera demanda, no existirían estos abusos”, mientras que el proxeneta en España “es prácticamente impune”. Se trata de una situación, según ha explicado, favorecida por la despenalización en el año 96 de la tercería locativa, es decir, el alquiler de locales donde se explota a las mujeres.
Por su parte, la sociedad cómplice está ‘industrializada’, con aristas difíciles de erradicar, como “los taxistas que reciben comisiones por llevar a los clientes a los prostíbulos, los negocios de las peluquerías y la moda, o la venta de droga”. Según la directora de feminicidos.net “hay un vínculo directo entre el tráfico de drogas y la actividad de la prostitución, porque “las mujeres son obligadas a vender estas sustancias”.
Contra estos abusos y como defensora del abolicionismo, Atencio ha aprovechado su presencia en la jornada ciudarrealeña para presentar la Escuela Abolicionista Internacional creada en España, “la primera escuela en el mundo en la que damos formación gratuita sobre el modelo abolicionista”. Hasta ahora, han participado 10.000 personas, 5.000 con estudios certificados.
Ha destacado la oportunidad de la herramienta porque “España es uno de los países más consumidores de prostitución del mundo” y pone de manifiesto que “hay una demanda de la sociedad en el abordaje de este tema desde la perspectiva abolicionista, dado que otros modelos de combate (prohibición o regulación) no solo no han funcionado, si no que han convertido a España en la Tailandia de Europa, como dice Camila Ferreira, una superviviente que llegó a España con pasaporte falso a los 17 años y estivo encerrada 10 años en Valencia con niñas brasileñas de entre los 12 y los 17 años”.
Deja a las personas sin alma
Por su parte, Alberto Maján, inspector de la Policía Nacional y jefe del grupo operativo contra la Trata de Personas adscrito a la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, ha hablado sobre la actuación de esta nueva unidad y de las herramientas policiales contra esta lacra.
A su juicio, se trata de un delito “grave” porque cosifica a las personas como una mercancía, y las deja sin alma”.
Ha repasado la normativa internacional de la ONU, que define la trata de personas como un delito grave, una violación de los derechos humanos, y una amenaza para la seguridad nacional, y su traslado a la normativa penal española.
También actúan contra los trabajados forzados, sexuales o los matrimonios forzados como el caso de dos menores rumanas que han liberado recientemente, en colaboración con efectivos de Badajoz.
Maján ha comentado los condicionantes que se dan para cometer el delito, la captación y la explotación, además de los perfiles de los proxenetas y las prostituidas.
Ellas, tal y como han comprobado en su grupo operativo, son mujeres vulnerables, jóvenes, con cargas familiares, procedentes de países pobres, que mantienen una eterna deuda con el proxeneta y que, además de ser violadas a través de pagos, son llevadas a la drogadicción y el alcoholismo.
En España, son mayoritarias las mujeres procedentes de Colombia, pero también de Paraguay, Brasil, Rumanía, Nigeria, Marruecos, Uruguay, Honduras y República Dominicana.
Por ello, ha instado a abordar los casos con uan actitud “proactiva” no reactiva, para poder adelantarse y cuidar a atender a las víctimas, que no tienen herramientas emocionales ni económicas para reconocer su situación, incluso muchas no tienen permiso de residencia.
Un delito con un ‘plus ético’
Miguel Ángel Romero, teniente de la sección de investigación criminal de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, ha apostado pro la coordinación policial para la investigación de un delito “que tiene un plus ético”, porque se trata de personas.
Romero ha destacado el abordaje del delito, en la actualidad “con la atencion a la víctima como prioridad” por parte de funcionarios cada vez más formados y especializados. “No es lo mismo atender a mujeres de Europa del Este que de Sudamérica o de África”, cada una tiene una personal vulnerabilida que hay que abordar de manera específica.