El Obispado de Ciudad Real acaba de crear la primera oficina diocesana de carácter provincial para recoger denuncias sobre posibles casos de abuso sexual que se detecten tanto fuera como dentro de la institución. “La Iglesia quiere transparencia total, no queremos ocultar nada, y estar al lado de las víctimas”, señala en declaraciones a Lanzadigital.com Bernardo Torres, el vicario judicial de la diócesis que acaba de ser nombrado responsable de la oficina.
Tolerancia cero a los abusos
En la nueva política de tolerancia cero contra los abusos sexuales impulsada por el Papa Francisco de la que se ha hecho eco la Conferencia Episcopal Española, Ciudad Real se suma a la apertura de estas oficinas en toda España, “sobre todo para saber recibir, acompañar y dar salida a posibles denuncias”, aclara Torres.
La atención y recogida de denuncias de posibles delitos estará especialmente atenta a conductas de religiosos pero en la oficina no se excluirá a nadie, “si alguien ha sido víctima de otra persona que no tenga nada que ver con la Iglesia también le orientaremos si lo necesita”.
El Obispado, a la escucha
El decreto por el que se crea esta oficina, en los mismos términos que ya se han constituido en Madrid y otras comunidades autónomas, es de 1 de febrero y se dio a conocer ayer, lo que significa que desde este mismo miércoles el Obispado está abierto a escuchar, a falta de desarrollar el protocolo.
“Todavía no hemos adaptado el protocolo de actuación general a nuestra diócesis, un trámite que nos llevará algo de tiempo para establecer horarios, lugar [en principio el Obispado] etc., pero si alguien llega hoy mismo y pregunta por mí lo escucharemos”.
En Ciudad Real el único caso sonado de abusos sexuales en el seno de la Iglesia ha sido el de un joven cura apartado del seminario y del ejercicio sacerdotal en 2016 por el propio Obispado ante los primeros indicios de abusos sexuales.
Que nadie se quede desamparado
El caso de este religioso se ha hecho célebre porque ha sido el primer cura en España juzgado antes por la justicia canónica que por la civil. “Mayor transparencia creo que no se nos puede exigir, ojalá que no tengamos muchos casos más. No queremos dejar a nadie desamparado ni desprotegido”, remata Torres.
Al vicario lo acompañará una comisión formada a tal efecto en esta tarea de “recoger informes relativos a conductas que podrían ser constitutivas de delitos de abusos sexuales”, dice textualmente el decreto del Obispado de Ciudad Real.
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