La erupción volcánica en la isla de La Palma, convertida ya en una catástrofe que por el momento no se ha llevado vidas humanas, pero sí la casa y el sustento de cientos de familias, servirá a los equipos de protección ciudadana de toda España para sacar importantes lecciones de cómo seguir mejorando el trabajo en desastres.
“Quienes trabajamos en las emergencias aprenderemos de lo que está ocurriendo en La Palma, no para parar la fuerza de la naturaleza, sino para prever situaciones con miles de desalojados, que ya están en nuestros planes de emergencia, pero no de esta magnitud”, explica José Luis Villanueva, jefe provincial del servicio de Protección Ciudadana.
Una provincia “con suerte”
Ciudad Real, según su valoración técnica, es lo que se llama una provincia “con suerte”, que en un año tan convulso como este 2021 en emergencias meteorológicas (‘Filomena’ en invierno y la dana de primeros de septiembre), ha sufrido poco en comparación a otros territorios, dato que avala la estadística general de desastres.
La “suerte” igual que llega se puede agotar, aunque hay condiciones geográficas que determinan el grado de exposición al peligro. En el caso de la provincia, como en general en Castilla-La Mancha, el riesgo natural más plausible es el de las inundaciones, que han marcado tragedias como la del Canal de la Veguilla de Valdepeñas en 1979, y más cerca en el tiempo las graves inundaciones de Villarrubia de los Ojos y Alcázar de San Juan (2007), con cuantiosos daños materiales.
“Pero esto de las inundaciones, un riesgo en toda la Península Ibérica, tiene menos de natural; el ser humano se ha empeñado en edificar en cursos de antiguos arroyos y luego el agua viene con las escrituras”, dice.
Riesgo sísmico por debajo de Toledo y Albacete
Los terremotos son otro riesgo que afronta Ciudad Real, no al nivel que zonas del planeta atravesadas por fallas, pero sí lo tan importante como para que desde 2016 exista un plan específico en Castilla-La Mancha, el Sismicam.
También en esto el nivel de peligro, basado en datos objetivos de movimientos sísmicos registrados, la provincia de Ciudad Real tiene un riesgo potencial más bajo que Toledo y Albacete, aunque no está libre.
En ese mapa del riesgo sísmico aparecen con más probabilidades de sufrir un terremoto Tomelloso y Socuéllamos, al este, y poblaciones como Ciudad Real, Miguelturra y Daimiel.
Medio centenar de seísmos en una década
El Sismicam recoge que a 1 de enero de 2016 se habían registrado más de medio centenar de terremotos en la última década, catorce de ellos con una magnitud 3 o superior en la escala de Richter. Según la información del catálogo de terremotos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) Toledo es la provincia de la comunidad autónoma con más número de seísmos de estas características con 22 en ese periodo, seguida de Albacete con 18, Ciudad Real con 16, Cuenca con 4 y Guadalajara con 1, hasta sumar 61 registros.
Convenio con Cruz Roja para realojos
“En un terremoto una de las misiones de los equipos de protección civil es buscar albergue a esas personas que se han quedado sin habitación. En Castilla-La Mancha tanto para esto como para otras emergencias que implican desalojos de la población tenemos un convenio con Cruz Roja”.
La ONG tiene un acuerdo con la comunidad autónoma que contempla que en el caso de atender a desplazados por una catástrofe o emergencia de protección civil del tipo que sea debe proporcionar a los equipos material de aseo básico, camas y colchones. “Nosotros nos encargamos de evacuar a esas personas a pabellones deportivos”.
En La Palma lo que está ocurriendo ha desbordado todas las previsiones, de ahí la presencia de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que tiene capacidad para moverse por toda España ante situaciones tan catastróficas.
Todo bajo el paraguas del Platecam y la Junta
Tanto este Sismicam, como el más conocido de fenómenos meteorológicos adversos, Meteocam, el Infocam (incendios forestales veraniegos) o el Petcam (plan por riesgo de mercancías peligrosas), y planes similares, están recogidos por el Gobierno de Castilla-La Mancha, la autoridad competente para coordinar a todos los efectivos de emergencias en el Platecam (el plan director).
No hay riesgo volcánico ni en el Campo de Calatrava
Infraestructuras como el aeropuerto o la refinería de petróleo de Puertollano tienen planes propios de emergencia, y no existe ninguno por riesgo volcánico, “el Campo de Calatrava es una zona de origen volcánico, de las más importantes de la península, pero es un vulcanismo de hace millones de años. Aquí no existe riesgo de erupción de un volcán”.
“En nuestro plan director está todo, desde quienes se ponen al mando técnico y por así decirlo político, en nuestro caso el consejero de Economía y Hacienda, hasta el Comité de Análisis y Seguimientos CAST de emergencias, que cuando se crea lo preside la delegada provincial de la Junta Carmen Olmedo”.
La coordinación, la clave de la mejoría
Inspector de la Policía Nacional en excedencia, al cargo de la Protección Ciudadana en Ciudad Real desde 2016, Villanueva destaca los cambios a mejor en prevención, planificar e intervenir en una emergencia que se han producido en los últimos años en la provincia.
“Una emergencia es un caos”
“Cada vez hay más preparación, más medios, se actúa mejor. Una emergencia al principio es un caos, que luego decae porque interviene la coordinación, se actúa en base a planes predeterminados que dicen qué hace quién en cada momento, según ensayos que hacemos en simulacros”.
“Que exista un número único en el que canalizar cualquier emergencia es un avance que no existía el siglo pasado, además cada vez tenemos más presencia en medios de comunicación, redes sociales, para dar la información básica a la población”.
Claro que luego ocurren catástrofes como la erupción volcánica en La Palma, “me pongo en la piel de mis compañeros en Canarias y la labor grandísima que tienen ante una emergencia tan grave”, afirma.
Los planes de protección ciudadana también recogen la activación de medios en función del peligro, en fase de alerta (prevenidos) o emergencia.
El plan de riesgo que más se suele activar en el año es el Meteocam, por fenómenos adversos, se ha hecho en 2021 en varias ocasiones a nivel regional, en el caso de la borrasca de enero ‘Filomena’ y cuando la dana de primeros de septiembre. También se ponen en marcha estos planes en emergencias por olas de calor.
Los voluntarios, el “músculo” del servicio
El “músculo” de este servicio, en palabras de Villanueva, son los voluntarios de protección civil, “en la provincia tenemos cuarenta agrupaciones y casi ochocientos voluntarios. Gracias a ellos podemos reforzar a los profesionales de otros servicios. Además nuestros voluntarios reciben formación que se actualiza de forma constante, hacen una labor muy importante”.
En el servicio de Protección Ciudadana trabajan, además de Villanueva, un coordinador de emergencias y una técnico de protección civil (hacen guardias semanales, aunque no haya emergencias). El servicio depende del delegado provincial de Hacienda y Administraciones Públicas Francisco Pérez.