La vacunación y la extensión de la variante ómicron han hecho saltar por los aires las reglas de la pandemia. En la actualidad el 63,6 por ciento de los positivos por Covid-19 de Castilla-La Mancha son asintomáticos o tienen síntomas muy leves.
Así lo refleja el último informe realizado por el Centro Nacional de Epidemiología, en base a los datos notificados por las comunidades a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave).
El informe señala que solo el 36,4 por ciento de las personas que han dado positivo en Covid en las últimas tres semanas han experimentado los síntomas de la enfermedad, es decir, 20.606 personas. Sin duda, son muchas, porque la sexta ola ha llegado a cifras de contagio nunca antes vistas.
Lo más interesante es la rápida evolución que ha habido en las últimas semanas. El mismo organismo notificó la semana pasada que el 52,3 por ciento de los infectados había notado síntomas.
Pero es que, hace un mes, cuando la nueva variante todavía no había aparecido, el informe del pasado 9 de diciembre refleja que solo el 28,5 por ciento de las personas eran asintomáticas. Esto quiere decir que en 30 días los datos se han dado la vuelta.
Solo el 1,7% de los infectados acaba en el hospital y el 0,2% en UCI
El aumento de las personas que pasan el Covid-19 con síntomas muy leves tiene también su claro efecto en los hospitales, lo que tiene reflejo en el informe del Centro Nacional de Epidemiología y en los datos publicados por la Dirección General de Salud Pública de Castilla-La Mancha.
En las últimas tres semanas, Castilla-La Mancha ha contabilizado 70.714 casos totales, y de ellos solo el 1,7 por ciento han sido hospitalizados (1.236 personas) y el 0,2 por ciento ingresados en UCI (125 personas). Un 0,1 por ciento ha fallecido (105 personas).
Hace un mes las hospitalizaciones habían disminuido mucho, pero todavía no estaban tan bajas como ahora. El 6,7 por ciento de las personas que contraían el Covid acababan hospitalizadas, el 0,6 por ciento en UCI y las defunciones llegaban al 0,7 por ciento.
Al comparar con la situación de hace un año, cuando ni siquiera estaba extendida la vacunación, la diferencia es abismal. Por estas fechas, Ciudad Real alcanzó un pico de 878 contagios, y había más de 400 personas ingresadas en planta y 70 en UCI.
Hoy en día, en cambio, tras anotar la semana pasada un pico de 1.968 positivos en 24 horas, Ciudad Real suma 128 personas hospitalizadas por Covid en planta y 10 en Unidades de Cuidados Intensivos.
El rastreo se complica
Ahora bien, otra de las nuevas realidades que deja la sexta ola es la dificultad para rastrear el origen del contagio. El último informe refleja que el 80,7 por ciento de los infectados, 45.667 personas, no han conseguido determinar contactos estrechos con otros positivos.
Sin embargo, a principios de diciembre solo el 35,5 por ciento de los infectados declaraban a los rastreadores desconocer el contacto con otros positivos.