Los frentes atlánticos que empezaron el viernes a afectar al norte de la península son los responsables de que la segunda Pandorga de pandemia en Ciudad Real, la fiesta más genuina y por lo general punto álgido del calor veraniego, sea atípica, también en lo meteorológico.
Este sábado se prevé que las máximas no superen los 28 grados, algo casi insólito un 31 de julio de este siglo XXI, y que las mínimas bajen hasta los agradables 17 o incluso 16 grados en poblaciones como Puertollano, preludio de un agosto que también empezará con un notable descenso térmico.
El verano seguirá “placentero”
Lo explica Eduardo Portero, jefe del observatorio de la Agencia Estatal (Aemet) en Ciudad Real: “La previsión para este fin de semana, incluido el lunes y el martes, es que las temperaturas desciendan, con la entrada de nubes por el norte. Aquí apenas nos afectarán en cuanto a lluvias, pero implican un aumento de la nubosidad. De cara a la semana siguiente, primera de agosto, las temperaturas seguirán en torno a la media, o por debajo, tanto las máximas como las mínimas”.
Portero habla de “un verano placentero, gustoso”. Los avances (en los inicios del mes no pueden ser predicción) confirman un tiempo con temperaturas en lo normal o por debajo
No se prevén tormentas a corto plazo
Por ahora no se ven precipitaciones o tormentas tan graves como la del 11 de agosto en Ciudad Real, o la del año anterior de septiembre. No obstante, no hay pronósticos fiables para ese fenómeno de finales de verano. “Predecir las tormentas es imposible, cuando se detectan es a muy corto plazo y se dan los avisos correspondientes, y aún así son muy difíciles de pronosticar”.